Kirchner inicia hoy su mandato

Kirchner inicia hoy su mandato

BUENOS AIRES (AFP).- El presidente argentino Néstor Kirchner iniciará hoy miércoles su mandato constitucional de cuatro años, tras cumplir seis meses en el poder con elevada popularidad, aunque con asignaturas pendientes como la pobreza y el desempleo que no fueron resueltos en 20 años de democracia.

Kirchner, 53 años, que el 25 de mayo asumió anticipadamente el gobierno, comienza formalmente su mandato constitucional hasta el 10 de diciembre de 2007 apoyado en un fuerte consenso popular, que aventaja a sus antecesores en las dos décadas de democracia, según datos del Centro de Estudios Nueva Mayoría.

La consultora comparó los primeros seis meses de gobierno de cada uno de los mandatarios elegidos por voto de la ciudadanía desde el fin de la dictadura.

En un semestre, Kirchner acumuló el visto bueno de 70% de la población; mientras que en el mismo período al inicio de sus gestiones, el socialdemócrata Raúl Alfonsín (1983-89) tuvo el 69%; el peronista neoliberal Carlos Menem (1989-99) el 65%; y el conservador del radicalismo Fernando de la Rúa (1999-2001) el 61%, según el estudio.

Otras encuestas le otorgan a Kirchner índices de popularidad aún mayores que llegan hasta 82,5%, según la consultora Equis.

El mandatario progresista peronista asumió el poder el 25 de mayo de este año hasta 2007 y el miércoles completará más de seis meses de mandato de De la Rúa, quien renunció el 20 de diciembre de 2001, en medio de una revuelta popular que dejó 30 muertos.

En una severa crisis institucional tras varios interinatos en menos de un mes, otro peronista, Eduardo Duhalde, fue elegido por la Asamblea Legislativa en enero de 2002, pero no terminó el período de De la Rúa, al adelantar las elecciones para abril pasado, luego de los asesinatos de dos desocupados.

El ‘huracán K’, como lo llama la prensa por su estilo avasallante, pone en marcha su período constitucional con la mayor acumulación de poder desde el retorno a la democracia en 1983.

Tras las elecciones legislativas y de gobernadores provinciales celebradas en los últimos meses, el gobernante Partido Justicialista (peronista) tendrá una amplia mayoría en las dos cámaras del Congreso y administrará las tres cuartas parte de los 24 distritos del país, mientras la oposición aparece debilitada.

Kirchner acumuló popularidad por su estilo directo, bautizado ‘estilo K’, que se tradujo en una amplia ofensiva para renovar desprestigiadas instituciones del país, como la Corte Suprema de Justicia, la policía y las fuerzas armadas, además de presentarse como un renovador de la desacreditada clase política.

Al mismo tiempo, impuso un estilo de trato directo con la población, mezclándose entre seguidores y manifestantes o dirigiéndose sin pelos en la lengua a poderosos empresarios extranjeros.

Su proyecto político, la llamada ‘transversalidad’, se propone reunir a fuerzas de centroizquierda y progresistas más allá del peronismo, cuya composición heteregónea no le garantiza un completo respaldo.

El director del Centro de Estudios para la Opinión Pública (CEOP), Roberto Backman, sostuvo que Kirchner «puede garantizar la gobernabilidad, y eso lo logró a pura acción, demostrándole a los argentinos que él no era más de lo mismo, aunque sin abordar las cuestiones fundamentales».

Su gobierno enfrenta el enorme desafío de controlar la pobreza récord que afecta a más de la mitad de la población de 36 millones de habitantes y un desempleo del 17,8% de la fuerza laboral, dos de los asuntos que más preocupan a los argentinos junto a la inseguridad.

A 20 años del retorno de la democracia, una encuesta de CEOP señaló que el 79% de 600 entrevistados a nivel nacional apoya la democracia, pero al mismo tiempo la mayoría advierte sobre asuntos pendientes como la desocupación (74,2%), corrupción (46,7%), pobreza (46%) e inseguridad (39,8%).

Kirchner obtiene respaldo además por una tenue recuperación económica tras la caída récord de 10,9 puntos de 2002 y puede exhibir como logro un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para reprogramar deuda por 21.000 millones de dólares con los organismos multilaterales.

Pero aún no logró un acuerdo con los acreedores privados, con los que Argentina está en moratoria desde diciembre de 2001.

La tarea de convencer a los enojados acreedores privados tras proponerles una quita de 75% sobre una deuda elegible de 81.000 millones de dólares, será otro de los grandes desafíos que tiene Kirchner en su próxima etapa.

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