Kirchner inicia mandato por cuatro años

Kirchner inicia mandato por cuatro años

BUENOS AIRES (AFP).- El presidente argentino Néstor Kirchner comenzó ayer, miércoles, su mandato formal hasta 2007, luego de seis meses de transición, con el mayor apoyo institucional desde la restauración democrática 20 años atrás, al lograr el peronismo oficialista hegemonía en el Parlamento y controlar una mayoría de gobiernos provinciales.

El período constitucional de cuatro años del mandatario peronista progresista, comienza este miércoles pero sin acto institucional específico, una manera de darle continuidad a la gestión de seis meses, en la que acumuló un 70% de aprobación de la población, según un estudio de la consultora Centro de Estudios Nueva Mayoría.

Kirchner, 53 años, asumió el 25 de mayo para completar el mandato trunco del ex presidente Fernando de la Rúa, quien renunció el 20 de diciembre de 2001, en medio de una revuelta popular que dejó 30 muertos y una grave crisis institucional, durante la cual Argentina tuvo cuatro presidentes en 10 días.

El 1 de enero de 2002, asumió Eduardo Duhalde, un peronista elegido por la Asamblea Legislativa, pero tampoco terminó el período de De la Rúa, al adelantar las elecciones para el 27 de abril pasado, presionado por otra inminente crisis política, a raíz del asesinato de dos piqueteros en junio de 2002 por la represión policial, y también por no poder firmar un acuerdo financiero con el FMI.

Kirchner llegó al poder con el apoyo de Duhalde, con sólo 22,2% de votos en la primera vuelta electoral, pero un seguro triunfo por amplio margen que le auguraban las encuestas en el balotaje, provocó la deserción de su rival, el ex presidente Carlos Menem, quien temió una estrepitosa caída tras ganar el primer turno con 24,4%.

Pero en un semestre, logró acumular 70% de aprobación de la población; mientras que en el mismo período al inicio de sus gestiones, el radical socialdemócrata Raúl Alfonsín (1983-89) obtuvo 69%; el peronista neoliberal Carlos Menem (1989-99) 65% y el conservador del radicalismo Fernando de la Rúa (1999-2001) 61%, según el estudio del Centro de Estudios Nueva Mayoría.

Otra encuesta de la consultora Equis otorgó a Kirchner índices de popularidad aún mayores que llegan hasta 82,5%.

Se lo llama el «huracán K», al imponer un estilo que arrasó con las cúpulas militar, policial y puso en marcha un proceso de renovación de la cuestionada Corte Suprema, mientras condicionó la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a que tuviera una cláusula social.

Una de los mayores logros de Kirchner fue ir construyendo una particular relación con los argentinos, con actitudes trasgresoras, como burlar su propia seguridad y mezclarse entre la gente; reivindicar a los desaparecidos de la última dictadura, o ir a tomar un café a un restaurante de Buenos Aires que sufrió varios asaltos, por una ola de inseguridad que afectó particularmente a ese barrio porteño y que el gobierno considera provocada.

Además, Kirchner pone en marcha su período constitucional con óptima imagen y la mayor acumulación de poder del partido en el gobierno desde el retorno a la democracia en 1983.

Tras las elecciones legislativas y de gobernadores provinciales celebradas en los últimos meses, el gobernante Partido Justicialista (peronista) tendrá una amplia mayoría en las dos cámaras del Parlamento y administrará 16 de los 24 distritos del país.

El nuevo mapa político se enmarca además en el proyecto del mandatario, conocido como ‘transversalidad’, que se propone reunir a fuerzas progresistas más allá del peronismo, cuya composición heteregónea no le garantiza un respaldo automático.

Kirchner es el único mandatario en 20 años de democracia que llegó al poder en un ciclo de reactivación económica, aunque debe enfrentar la deuda social que dejó la peor crisis económica de la historia de 2002, con 20 millones de pobres sobre 36 millones de habitantes y una tasa de desocupación de 15,6%, según el último dato oficial correspondiente a mayo pasado.

A 20 años del retorno de la democracia, una encuesta de CEOP señaló que 79% de 600 entrevistados a nivel nacional apoya la democracia, pero al mismo tiempo la mayoría advierte sobre asuntos pendientes como la desocupación (74,2%), corrupción (46,7%), pobreza (46%) e inseguridad (39,8%).

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