BUENOS AIRES (AFP).- El presidente argentino, Néstor Kirchner, llamó ayer a conformar una “conducción plural” con miras a los comicios de 2007, en un masivo acto político en el que convergieron todos sus aliados para una demostración de poder que intentó catapultarlo a la reelección.

“Tenemos que ser generosos y convocar a todos aquellos argentinos que por encima de cualquier cuestión quieren una patria diferente”, dijo el presidente al reiterar su proyecto de un frente plural con vistas a las elecciones presidenciales de 2007, en las que se aguarda intente lograr un segundo mandato.

“Quiero convocar a todos a una conducción plural”, dijo el mandatario en un escenario montado en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y ante una multitud que los organizadores estimaron en más de 300.000 personas.

En el acto confluyeron las distintas fuerzas políticas y sociales de las que se nutre el proyecto kirchnerista y que incluyen a la principal central obrera, organizaciones estudiantiles, de pobres y desocupados, y organismos defensores de derechos humanos.

Flanqueado por su esposa, la senadora Cristina Fernández y por representantes de las organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Kirchner definió el acto como “un momento histórico” y llamó a la sociedad argentina a “recuperar la vocación transgresora y de cambio”.

“Mi sueño es una Argentina cada vez más plural que consolide la reconstrucción donde participen todas las fuerzas libres de la sociedad”, dijo y pidió a sus seguidores que le den “fuerza para gobernar”.

“Volvimos a la Plaza, que es el lugar de las grandes asambleas”, afirmó el presidente, que desestimó hablar desde el balcón de la Casa de Gobierno porque ese lugar, dijo, “tiene un dueño histórico: es de Perón y Evita”.

Una colorida y ruidosa multitud acompañó el discurso, que fue seguido por un recital de la popular cantante Mercedes Sosa, en medio de un festival artístico que había comenzado al mediodía y se prolongaba al caer el sol en Buenos Aires.

Unos 1.500 policías participaron del amplio operativo de seguridad montado alrededor de la Plaza de Mayo, que lució colmada de banderas argentinas y globos aerostáticos con los colores nacionales.

En los alrededores del centro de la capital argentina permanecían cientos de autobuses que llegaron repletos de partidarios desde distintos puntos del país, en tanto se dispuso la gratuidad de los autobuses, metros y trenes de la ciudad para todos los usuarios.

Los actos oficiales por el aniversario de la Revolución de Mayo comenzaron en la Casa de Gobierno donde el presidente y su esposa, cumplieron con el saludo protocolar a embajadores y gobernadores para luego participar del Tedeum en la Catedral Metropolitana.

Pese a que la convocatoria del gobierno incluyó a los principales referentes de la oposición, el único presente en el acto protocolar fue el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), de la Unión Cívica Radical.