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MONTEVIDEO (AFP).- Convencidos de que viven un momento histórico, los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, acordaron este miércoles en Montevideo «unificar posiciones» para fortalecer la integración regional a la que consideran la única solución para los problemas del continente.
Los mandatarios decidieron realizar tres reuniones ministeriales de distintos sectores «en los próximos 40 días», las que se celebrarán en Brasilia, Buenos Aires y Caracas, y que «van a dar lugar a sendos informes» que los presidentes evaluarán en la Cumbre Sudamericana-Países Árabes en mayo, en Brasil, indicó el canciller argentino, Rafael Bielsa, portavoz de la reunión trilateral.
«Pienso que comenzamos a creer en nosotros mismos, comenzamos a creer en nuestras fuerzas (…), en nuestras economías, en nuestra industria, y creo que eso es un crecimiento extraordinario para toda América del Sur», dijo a la prensa el mandatario brasileño.
«La solución a nuestros problemas, gran parte de las soluciones, está en las buenas relaciones que vivimos en América del Sur», agregó Lula, coincidiendo con Kirchner y Chávez, quienes también aseguraron que esta voluntad de integración regional es una característica de los tres últimos años.
La primera cita de equipos técnicos en Brasilia -ninguna tiene fecha establecida por ahora-, convocará a ministros del área social para abordar temas de lucha contra la pobreza y la desnutrición, entre otros; la segunda, en Buenos Aires, se centrará en el área económica y de políticas industriales, mientras la última, en Caracas, se dedicará exclusivamente a los asuntos energéticos.
La reunión de los presidentes Kirchner, Da Silva y Chávez se realizó en Montevideo, donde coincidieron en la ceremonia de asunción de mando del izquierdista Tabaré Vázquez, «que por supuesto también está implicado en estos objetivos de integración», dijo el mandatario venezolano.
Para Bielsa, «uno de los puntos centrales abordados por los presidentes fue precisamente ver que tenemos problemas comunes» y que se los puede abordar como bloque, incluso frente a organismos de crédito internacionales.
«El presidente Chávez dio un ejemplo muy contundente: hace cinco años Venezuela debía 25.000 millones de dólares; en el curso de cinco años pagó 25.000 millones de dólares y hoy debe 24.000 millones de dólares. Me parece que tenemos que tender a unificar posiciones», remarcó Bielsa.
La idea de las reuniones es que los ministros de acción social, de economía, de energía así como funcionarios encargados de las áreas de ciencia y tecnología, «desarrollen instrumentos concretos que puedan llevar a los presidentes a tomar decisiones vinculadas» con el plan de integración regional.
Las citas ministeriales y sus conclusiones «serían una hoja de ruta para traducir la voluntad política en episodios reales de integración», recalcó el canciller de Argentina, también convencido de que este espíritu hace «dos años no se manifestaba».
Para Chávez «está naciendo un trilateralismo, algo que va más allá de las relaciones bilaterales entre los países. Es una corriente novedosa y a la que por supuesto se va a ir sumando el nuevo gobierno uruguayo», en sintonía ideológica con estos otros tres gobiernos de izquierda en Sudamérica.
Horas antes de esta reunión, los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Venezuela firmaron acuerdos para el suministro de crudo venezolano mediante créditos blandos y la creación de una petrolera regional.
También suscribieron la «Declaración de Montevideo», por la que Uruguay se suma al consenso previo entre Venezuela, Argentina, Brasil y Bolivia, para la creación de una petrolera regional, Petrosur.
