BUENOS AIRES (AFP).- El presidente argentino Néstor Kirchner no realizará un proyectado viaje a Cuba en febrero, pero la cancillería negó este jueves que la decisión esté vinculada a un gesto político hacia la Casa Blanca tras una reciente reunión con su par estadounidense George. W. Bush.

«No creo que haya que leerlo de esa manera», respondió el jefe de Gabinete de la cancillería, Eduardo Valdés, consultado por radio América sobre si la postergación del viaje se debe a un gesto político hacia Estados Unidos.

«Creemos que todavía hay que evolucionar, madurar un poco más el tema de la presencia del presidente en Cuba», dijo.

Kirchner señaló la noche del miércoles al canal de cable TN que no tiene previsto «ningún viaje cercano a Cuba». Sin embargo, «cuando lo tenga que hacer, lo voy a hacer; viajaré a cualquier país que tenga que ir», sostuvo.

La visita del mandatario argentino a Cuba no había sido anunciada oficialmente, pero el canciller Rafael Bielsa, tras entrevistarse en octubre en La Habana con el presidente Fidel Castro, dijo que se impulsaba el viaje para febrero próximo.

Kirchner confirmó que no viajará por el momento a Cuba un día después de reunirse con Bush en el marco de la Cumbre de las Américas de Monterrey y sobre el transfondo de un entredicho con Roger Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, quien cuestionó las relaciones de Argentina con ese país.

Noriega, secretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, generó una ola de críticas de las autoridades argentinas al señalar que el acercamiento del gobierno de Kirchner con el de Castro «es motivo de preocupación y decepciones» en Estados Unidos.

«Todavía no estaba madura la cuestión técnica y puede ser que por ese tema se haya planteado postergar la entrevista, pero no tuvo nada que ver ese conflicto», dijo Valdés al referirse al episodio con Noriega.

Sin embargo, Argentina ratificó que se abstendrá de condenar a Cuba en la votación de abril en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en línea con un descongelamiento de las relaciones bilaterales.

Argentina votó contra Cuba durante los gobiernos de Carlos Menem (1989-99) y Fernando de la Rúa (1999-2001), mientras que el peronista Eduardo Duhalde siguió a sus antecesores en 2002, pero en 2003 cambió y se abstuvo.

El gobierno peronista progresista de Kirchner designó a un embajador en septiembre tras más de dos años de no tenerlo, en forma paralela a una visita de Bielsa a La Habana, la primera de un canciller argentino en 14 años.

Fidel Castro viajó a Argentina en ocasión de la toma de posesión de Kirchner, el 25 de mayo pasado, y al día siguiente reunió a más de 25.000 personas en un acto callejero en Buenos Aires.