BUENOS AIRES (AFP).- Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, firmarán el martes un compromiso de asociación estratégica que busca consolidar las relaciones bilaterales, aunque persisten diferendos con poderosas empresas ibéricas. Rodríguez Zapatero llegó a Buenos Aires este martes procedente de Brasil, donde comenzó una gira sudamericana que abarcará también a Chile.

Los presidentes de Argentina y España suscribirán este martes, tras una reunión en la Casa Rosada, la llamada Declaración de Buenos Aires, la base para formalizar este año un acuerdo de asociación estratégica, que busca ampliar los vínculos políticos.

El futuro acuerdo es similar al que España suscribió con sus vecinos europeos, con Marruecos y con Brasil, desde 2003.

Rodríguez Zapatero y Kirchner firmarán «un acuerdo de asociación estratégica», dijo el lunes Fernando Pajares, portavoz del gobierno español, a una radio argentina.

Según Pajares, Argentina es el país por el que el presidente Rodríguez Zapatero tiene «más afecto en toda América» y la relación entre ambos gobiernos es de «extrema calidez y calidad».

En el marco de las buenas relaciones políticas y personales entre el socialista Zapatero y el peronista progresista Kirchner, Argentina espera alguna señal de apoyo de Madrid para el duro proceso en marcha de salida de la moratoria de la deuda, la mayor de la historia por 81.800 millones de dólares.

Buenos Aires lanzó el 14 de enero el canje de la deuda impaga, cuyo nivel de adhesión alcanzaba a 23% del total hasta el domingo pasado, con un auspicioso índice de aceptación en Argentina, pero en el resto de los mercados se enfrenta al duro rechazo de las entidades de bonistas y de varios gobiernos, como el italiano.

Zapatero llegó a Buenos Aires cuando aún están pendientes los diferendos con las empresas privatizadas de servicios públicos, varias de ellas de origen español, que reclaman aumentos de tarifas tras la devaluación del peso en cerca de 70% desde enero de 2002.

Es posible que los conflictos con las empresas privatizadas de servicios públicos también estén presentes en el encuentro entre Zapatero y Kirchner.

Zapatero dijo en una entrevista con la prensa local publicada el domingo que Argentina debe aprovechar su buen momento económico (se estima un crecimiento de 8% en 2004) para dejar atrás las secuelas de la crisis que precipitó una caída récord del Producto Interno Bruto de 10,9% en 2002.

Pero, en alusión a las controversias con esas empresas, indicó: «para ello debe seguir avanzando en la solución de los conflictos pendientes que generó la salida de la convertibilidad», el sistema de paridad con el dólar que rigió durante 11 años.

En la víspera del arribo del gobernante hispano se difundió que Telefónica de España reactivó un contencioso contra Argentina en un tribunal internacional por unos 2.800 millones de dólares.

Como contrapartida, el presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau confirmó el lunes, durante una reunión con Kirchner, el compromiso de la petrolera española de invertir en Argentina unos 1.200 millones de dólares en 2005, 35% más que en 2004.

Tras su llegada, Zapatero almorzó en la embajada de España con figuras políticas, sociales y empresariales, entre ellas la titular de la entidad humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el ex vicepresidente Carlos Alvarez.

Luego del encuentro con Kirchner, el visitante recibirá a representantes de la numerosa colectividad española y por la noche asistirá a una comida que ofrecerá el presidente argentino en su honor.

Al día siguiente sostendrá por la mañana un encuentro con la prensa, antes de partir hacia Chile, último punto de su gira sudamericana.