PAVEL LEREBOURS
Se estrena hoy la segunda parte de las aventuras de el Hombre Araña. La película está protagonizada por Tobey Maguire, y junto a él, encarnando a la novia del héroe, Kirsten Dunst, una joven actriz que ha demostrado tener un gran talento y que se proyecta como una gran estrella de la nueva generación de intérpretes.

Kirsten Caroline Dunst nació el 30 de abril de 1982 en Point Pleasant, Nueva Jersey. Su padre es Klaus Dunst, un alemán que se dedica a los servicios médicos. Inez Dunst, su madre, era propietaria de una galería de arte.

De Kirsten se puede decir que es como si hubiera nacido delante de la cámara. Junto a Natalie Portman, Anna Paquin y Thora Birch, compone la nueva generación de actrices que al parecer dominarán el estrellato hollywoodense durante los años por venir. Como tantas otras actrices, Kirsten comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo de la moda. Lo que la distingue de las demás, es que ella lo hizo con tan sólo tres años. Su debut en el cine lo tuvo con tan sólo siete años, en Historias de Nueva York, donde fue dirigida por un trío de grandes directores, Woody Allen, Francis Ford Coppola y Martin Scorcese.

Un año después en La hoguera de las vanidades, Kirsten trabajaría junto a Tom Hanks y después de eso, decidió probar suerte en el mundo de la televisión, en series con breves apariciones como Sister, Star trek, Otros límites y no tan breves en The Wonderful World of Disneys y en el telefilme Ruby Ridge: An American Tragedy, aunque donde se destacó más fue en la serie Urgencias, en el papel de una joven prostituta.

En 1994 decidiría regresar al cine. En ese año cimentó su carrera, primero en la película Entrevista con el vampiro, donde estuvo a la altura de un reparto lleno de grandes actores, entre los que se encontraban Tom Cruise, Brad Pitt y Antonio Banderas. Kirsten Dunst consiguió hacerse notar por su gran talento y capacidad interpretativa. Con 11 años consiguió una nominación al Globo de Oro, el Premio de la MTV por mejor actuación y un Saturn por mejor actriz joven. Sin embargo, fue en Mujercitas, película del mismo año, la que definitivamente la convirtió en una niña actriz famosa y altamente cotizada, y donde dejo bien claro que tenía un gran futuro por delante.

A partir de ahí se dedicó más bien a películas dirigidas a un público más juvenil, con Jumanji, Pequeños guerreros o Anastasia, donde prestó su voz a la protagonista de la película. En 1999 su carrera dio un giro después de participar en Las vírgenes suicidas, de Sofía Coppola. Pasó de ser una de las niñas actrices más valoradas del momento a ser considerada una de las jóvenes más sexys de Hollywood.

La internacionalización definitiva de su rostro le llegó en su papel de Mary Jane, la chica de Spiderman, papel que repite ahora en la segunda parte de las aventuras del Hombre Araña. Cosechando éxito, con todo un futuro profesional por delante y con la vitalidad de su juventud, Kirsten se propone ir más allá de la actuación. Ella quiere seguir los pasos de su ídolo, Jodie Foster, y ser también escritora, directora y gestora de sus propios proyectos. De momento ya ha dado el primer paso y desde hace un tiempo dirige su propia productora.