Kissinger fue un visitante asiduo de Dominicana

Kissinger fue un visitante asiduo de Dominicana

Henry Kissinger, quien fuera secretario de Estado de los Estados Unidos, pareció tener particular preferencia por República Dominicana a la que a partir de su salida de altas funciones, acudía a vacacionar.

Kissinger falleció el pasado miércoles en su residencia de Connecticut a los 100 años. Fue un poderoso jefe de la diplomacia estadounidense que recibió un Premio Nobel de la Paz muy cuestionado.

En el país cultivó amistades importantes tras una primera visita oficial a su suelo al fragor de la guerra fría, a finales de los años 80.

Puede leer: Cinco datos interesantes del trabajo y vida de Henry Kissinger

Se movía por círculos prominentes de la región Este y cercanía de la celebridad dominicana de la industria de la moda Oscar de la Renta, quien era amigo de su esposa Nancy.

De hecho Kissinger esperó la llegada del año 2017 en Punta Canta, ocasión que también lo hicieron el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton y su esposa Hillary y otras destacadas personalidades.

También había estado en el país en otras ocasiones, visitando la residencia de Oscar de la Renta en Punta Cana.

Fue precisamente allí que Kissinger empezó y terminó su famoso libro “On China”, por lo cual añadió una nota personal al respecto: “Su hospitalidad es solo una faceta de una amistad que ha dado felicidad y profundidad a mi vida”. Kissinger fue responsable del establecimiento de las relaciones entre China y Estados Unidos

Primera ocasión

El 6 de junio de 1976, Henry Kissinger hizo una visita oficial al país, donde permaneció por varias horas. Vino acompañado de su esposa Nancy, los cuales fueron recibidos por el canciller Jiménez hijo.

Kissinger destacó que con su viaje se reforzaban las relaciones de los Estados Unidos con la República Dominicana.

El presidente Joaquín Balaguer ofreció en su honor un almuerzo en el Palacio Nacional. En ese encuentro el secretario de Estado entregó al mandatario dominicano dos viejas campanas de la época del descubrimiento que se encontraban en un museo de Chicago.

«Usted, señor Presidente, distinguido historiador y discípulo de Duarte, ha tenido una oportunidad que tan trágicamente se le negó a Duarte. Durante casi 10 años, ha podido dirigir el curso de su país, apartando lo de la intranquilidad política y económica hacia la paz, la prosperidad…”