El estilo “kitsch” podría definirse como lo opuesto al minimalista, pues se caracteriza por el predominio del color y las formas, así como los elementos llamativos. Si este estilo tuviera un lema sería “más es más”.
El “kitsch” es algo más que un movimiento decorativo. Es un estilo que desborda pasiones y puede llegar a resultar extravagante incluso, con colores predominantes como el rosa chicle, azul cielo, verde manzana y rojo.
Cómo conseguirlo. Mesas y estanterías llenas de figuritas que pueden no tener ninguna relación entre ellas o ser puro amor por el coleccionismo y destacar por seguir una temática.
Colores con mucha potencia combinados entre sí en textiles y paredes, una amalgama de formas y tonalidades difícilmente combinables en otros estilos.
Es importante destacar que la moda “kitsch” en la decoración no es un fenómeno de ahora, aunque hay que reconocer que en este momento se encuentra entre las tendencias más punteras, sobre todo por el auge de lo retro, y porque es perfecto para los amantes del color y las mezclas en la decoración.