HOUSTON. EFE. Todo es optimismo y confianza dentro de la organización de Los Ángeles Lakers, donde ya tienen asumido su condición de equipo favorito a luchar por el título de liga y especialmente el escolta Kobe Bryant.
El motivo de esa confianza es muy simple, la reincorporación del centro Andrew Bynum para formar pareja con el alero español Pau Gasol, convierten a su equipo mucho más potente y mejor que el visto en las pasadas Finales de la NBA.
El convencimiento de Bryant es que Gasol llegó a los Lakers a mitad de la temporada pasada, pero no pudo jugar con Bynum porque era baja con una grave lesión de rodilla, su ausencia se notó en las Finales que perdieron por 4-2 frente a los Boston Celtics.
Pero Bryant tampoco descarta para nada de la lucha por el título de la Conferencia Oeste a los San Antonio Spurs, que hacen sin discusión la mejor defensa de la liga y además tienen en Gregg Popovich, el entrenador modelo dentro de la NBA.
Mientras en el Este, Bryant reconoce que el poder físico de los Boston Celtics, actuales campeones de liga, fue el que le dio el título liga y no sólo no lo han perdido sino que lo han incrementado durante el descanso veraniego.
Eso no preocupa en Los Ángeles, donde se inaugura el martes, la temporada regular con el partido frente al equipo de los Portland Trail Blazers, cargados de jóvenes valores y talento, incluida su nueva adquisición la del escolta español Rudy Fernández.
Los Lakers están felices con la recuperación de Bynum, de 21 años, el gran ausente de las Finales de la NBA, que ayer fue su cumpleaños y se ha propuesto darse de regalo un anillo de campeón de liga.
El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, comparte los pronósticos que dan a su equipo como favorito al título de liga y también tiene una meta establecida durante la temporada regular como es la de conseguir de nuevo tener la ventaja de campo en el Oeste.
Convencidos
Phil Jackson y los Lakers están convencidos que este año más que nunca volverán a protagonizar las Finales de la NBA y además con las máximas aspiraciones de ganar. Los Lakers lograron marca ganadora de 57-25 para ganar el título a los Spurs, que no lo perdieron por la ventaja de campo sino por los problemas físicos que arrastró el escolta argentino Manu Ginóbili, que le impidieron rendir a su mejor nivel.