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NUEVA YORK (AFP).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, está en la mira de Washington por sus críticas contra la guerra en Irak, al punto de que un alto funcionario estadounidense en Naciones Unidas no se esforzó este domingo por ocultar la molestia de Estados Unidos por su actitud.
«Los iraquíes y los estadounidenses estamos completamente frustrados» por Annan, declaró a The New York Times ese alto funcionario estadounidense, que no fue identificado, precisando que era la opinión escuchada en la Casa Blanca esta semana.
La tensión aumentó desde la carta de advertencia hace una decena de días por parte de Annan a la dirigencia estadounidense, británica e iraquí sobre las consecuencias de la ofensiva sobre la localidad rebelde iraquí de Faluya.
Esa ofensiva podría comprometer el buen desarrollo de las elecciones previstas en enero, escribió Annan en la misiva.
Además, hace un mes, Annan estimó que, contrariamente a lo que afirma el gobierno de George W. Bush, el mundo no está más seguro desde la caída de Saddam Hussein.
«No puedo decir que el mundo esté más seguro cuando vemos la violencia a nuestro alrededor, cuando contemplamos ataques terroristas en el mundo y vemos la situación de Irak», sostuvo.
En setiembre, Annan consideró «ilegal» la guerra en Irak recordando que Washington y sus aliados prescindieron de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para invadir ese país en marzo de 2003.
Interrogado en la cadena NBC el domingo, el secretario de Estado estadounidense Colin Powell opinó que Annan estaba equivocado.
«Dice esencialmente que nosotros (los estadounidenses) somos la causa del problema. Es falso. Son los rebeldes y los terroristas quienes son la causa del problema», subrayó Powell antes de abogar por un aumento del personal de la ONU en Irak para ayudar a preparar las elecciones.
Estados Unidos no cesa de reclamar a las Naciones Unidas el envío de más personal a Irak para que contribuya a la organización de las elecciones.
Interrogado por The New York Times, Annan defendió el papel de la ONU en Irak. «Tenemos que tratar de ser tan útiles como sea posible», dijo, recordando que la ONU ayudó al surgimiento del actual gobierno iraquí y a formar 6.000 observadores para las elecciones de enero próximo.
«Soy el único que dijo a los gobiernos, incluidos los que no apoyaban la guerra, que el progreso de Irak era un asunto de todos porque no podemos permitir tener un Irak caótico en el centro de esa región», agregó Annan antes de calificar de «esencial» el papel de la ONU en Irak.
Naciones Unidos cerró su cuartel general en la capital iraquí luego de un atentado con un coche bomba en agosto de 2003 que dejó 22 muertos entre ellos el jefe de la misión, Sergio Vieira de Mello.
Varios países miembros de la coalición dirigida por Estados Unidos han propuesto suministrar soldados para proteger el personal de la ONU en Irak.
Annan declaró que no ha logrado convencer a los miembros de la ONU de contribuir a una fuerza de protección de 4.000 miembros que considera esencial para que el organismo incremente su presencia en Irak.
«El secretario general todavía recomienda enviar miles de cascos azules a Sierra Leona y el Congo, pero hay siete trabajadores (de la ONU) para las elecciones en Irak. Eso lo dice todo», agregó la fuente no identificada en sus declaraciones a The New York Times.
