BBC Mundo. Un tribunal kosovar respaldado por la Unión Europea sentenció a cinco personas a penas de prisión por tráfico de órganos humanos.
Todos ellos trabajaban en una clínica de Pristina, la capital de Kosovo, donde se llevaron a cabo decenas de trasplantes ilegales en 2008.
Dos de los acusados -ex funcionarios del gobierno- fueron absueltos de los cargos.
A los donantes -generalmente personas con pocos recursos de Europa del este y Asia central- se les prometió un máximo de US$20.000, mientras que los pacientes llegaron a pagar hasta US$130.000 para recibir un órgano trasplantado