Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó hoy que el derribo del bombardero Su-24 ruso en Siria es “muy grave”, pero que esperaban que se aclararan todas las circunstancias.
“Se trata de un hecho muy grave, pero sin tener plena información, es imposible y además sería incorrecto decir algo” al respecto, dijo Peskov a la prensa rusa, poco después de que Turquía anunciara que sus Fuerzas Aéreas abatieron un Su-24 ruso que había violado el espacio aéreo turco.
El portavoz aseguró que el Ministerio de Defensa ruso no puede precisar de momento las causas de la caída del avión, aunque aseguró que en cualquier caso, “el avión se encontraba en el espacio aéreo de Siria». Llamó a la prensa a “armarse de paciencia” y adelantó que el presidente ruso, Vladímir Putin, tratará seguramente este tema en su reunión de hoy con el rey de Jordania Abdalá II.
“Sería incorrecto evaluar el incidente, hacer conjeturas o sacar conclusiones sin tener toda la información”, subrayó Peskov. El Ministerio de Defensa ruso, que admitió la caída de su bombardero, negó que el aparato hubiera violado en ningún momento el espacio aéreo turco. “Durante el vuelo, el avión permaneció todo el tiempo sobre el territorio de Siria, como quedó registrado en los radares”, aseguró la cartera rusa.
Ankara afirma que el avión, que cayó en territorio sirio cerca de la frontera con Turquía, fue derribado porque entró en su espacio aéreo e hizo caso omiso a hasta una decena de advertencias turcas. Se trata del primer avión que pierde la agrupación de las Fuerzas Aeroespaciales rusas que bombardea posiciones de grupos terroristas en Siria, con el acuerdo del Gobierno de Damasco, desde el pasado 30 de septiembre.