Krugman advierte giro político de España es golpe para UE

Krugman advierte giro político de España es golpe para UE

Paul Krugman, premio Nobel de Economía 2008 y profesor de la Universidad de Princeton, cree que el fuerte apoyo que han recibido las marcas de Podemos en Madrid y Barcelona supone otro fuerte varapalo para la Eurozona y sus dirigentes.

Aunque España sea ejemplo para Europa del buen funcionamiento de la consolidación fiscal, el pueblo español no parece opinar lo mismo.

Krugman señala en su columna en The New York Times que «los candidatos respaldados por Podemos en las elecciones locales de Madrid y Barcelona han recibido un fuerte apoyo. Este resultado electoral es un nuevo terremoto para el área euro. Espero que las instituciones, anteriormente conocidas como troika, estén prestando atención a este asunto», explica el profesor de Economía.

«Hace unos días los políticos europeos alardeaban de forma muy seria de España, este país es la historia de un éxito, la reivindicación de un programa, decían. Evidentemente el pueblo español no está de acuerdo», como se ha podido ver en las urnas el pasado domingo.

Krugman cree que lo peor para la Eurozona aún puede estar por llegar, el economista plantea una situación en la que Grecia saliese del euro y volviera al dracma: «La mayor cuestión es que pasaría si uno o dos años después de una salida de Grecia del euro, un nuevo dracma devaluado convierte los bienes y servicios helenos en productos competitivos, que una avalancha de británicos visitan el Mar Jónico y consumen cerveza, y Grecia comienza a recuperarse.

Esta historia reforzaría el espíritu de los países que se atreven a retar a la austeridad», como pueden ser España o Portugal, aunque Krugman no los nombra de forma concreta. Para que esta ‘revolución’ no ocurra, Krugman cree que tras un ‘Grexit’ «Alemania intentaría sabotear a Grecia en su nuevo camino. Pero espero que esta opción fuera considerada como inaceptable», culmina el profesor de Economía.

A día de hoy, Krugman ve la situación en Grecia un tanto complicada: «Grecia no puede tener déficit primario porque nadie le quiere prestar dinero, pero tampoco puede conseguir un gran superávit primario porque es difícil exprimir más al país. Yo creo que alcanzar un acuerdo en el que se proponga que Grecia alcance un pequeño superávit primario durante los próximos años sería lo más fácil… Pero ahora, el FMI está jugando a ser el policía malo”.

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