La “Escuela Ornes”

La “Escuela Ornes”

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
En Listín Diario del pasado viernes 21, el señor Freddy Ortíz, a quien conocía como publicista y presidente de una empresa que tiene que ver con las remesas que envían los dominicanos que viven en el extranjero, tocó un punto vital para que una información estuviera bien escrita. Y le llamó la “Escuela Ornes” a esa forma de escribir.

Yo tengo plenos derechos a tocar el punto, porque mis principales maestros de periodismo fueron don Manuel Valleperes, quien dirigiera La Nación, y don Germán Ornes Coiscou. propietario y director de El Caribe, ya ambos fallecidos.

Recordaba Ortíz  que don Germán daba prácticamente una clase diaria de periodismo, haciendo hincapié en el “lead”, o sea, el primer párrafo de la información.

Don Germán insistía, con sobrada razón, en que la parte principal de la noticia era el ¡qué!, o sea el suceso que originaba la noticia, y que ese “lead!, para ser realmente bueno debía tener 32 palabras, quizás algo menos, quizás algo más.

Les pondré un ejemplo: “El doctor Fulano de Tal, director del Departamento de Enfermedades del Dedo Gordo del Pié Derecho, dijo que su departamento estaba bien abastecido por la Secretaría de Estado de Salud Pública, según declaraciones hechas ayer en su despacho del hospital Doctor Zutanito Pérez”.

La periodista autora de la información, que yo corrigiera, había escrito lo siguiente, más o menos: “El Departamento de Enfermedades del Dedo Gordo del Pie Derecho del hospital Doctor Zutanito Pérez, está bien abastecido, según declaró su director”.

Bien, ahora cuenten las palabras del primer “lead”, y más que eso, fíjense en que lugar puso la noticia. Para el corrector lo principal fue el “quién”…¡ y no el “que”.

El problema es que la “Escuela Ornes” es prácticamente desconocida por la inmensa mayoría de los periodistas actuales, y no sé a que es debido, si a deficiencia (o ignorancia” de los profesores universitarios, o de los correctores de noticias de los periódicos. Desde mi entrada a HOY, en el 1999, he insistido en que el “quién” siempre es algo pasajero, pero que el “qué” queda por siempre.

No hay razón pa escribir historias de 200 y más palabras, cuando tal cosa puede hacerse con la mitad.

Otro ejemplo: “El general Menganito del Morral y Pérez, jefe de la brigada que está de puesto en Manzanillo, Monte Cristi, declaró ayer que todo está tranquilo en la frontera”. Aquí el “historicidio” fue peor, pues puso el “quien” en primer lugar, y el “que”, o sea, la noticia…¡ en último lugar !      

A mí, en mi condición de editor de estilo de HOY, me tocó corregir la historia, y lo hice así: “Todo está tranquilo en la frontera, según el jefe de la brigada de puesto en Manzanillo”.

Las seis primeras palabras bastaban para tranquilizar a todo el mundo y, si hubieran querido, dejar el resto de la información para leerla en la tarde, a la llegada a su casa.

Hay cosas de la “Escuela Ornes” que muchos periodistas califican de obsoleta, sin (posiblemente) haber conocido a don Germán. Pero aquellos que no solamente lo conocimos sino que nos formamos en su escuela, seguimos con honor y orgullo sus enseñanzas.

Recuerdo siempre que en el año 1962 El Caribe tenía un plantel de redactores de primera categoría y entre ellos se encontraban tres a los que se apodó la Triple AAA. Y eran Ayuso (Juan José); Alcántara (Virgilio) y Alvarez (Francisco), a los cuales, por cierto, olvidó Ortíz en su artículo.

Don Germán nos tenía tanta confianza que, un mes antes de cumplirse el primer aniversario del tiranicidio, ordenó a la Tripe A “sumergirse” en el archivo del periódico, a fin de extraer lo más importante que hubiera acaecido en ese lapso.

Yo, personalmente, le debo mucho a don Germán y recuerdo cuando en el 1987, estando yo en mi vigésimo año en Listín Diario, me llamó para pedirme que me hiciera cargo de la jefatura de redacción del diario.

Fue una época dura para mí. Yo llegaba a las 7.45 al periódico, cambiaba impresiones con los redactores y luego los mandaba a sus fuentes de noticias.

A las 12 meridiano iba a almorzar a mi hogar, para volver a las tres de la tarde, saliendo casi siempre…¡a las tres de la madrugada!, pero con mi periódico debajo del brazo, seguro de que lo que se había publicado era lo que don Germán había ordenado, especialmente en la primera página.

Finalmente, si queremos tener un periodismo “estilo Ornes”, debemos hacer un esfuerzo para que nuestros redactores entiendan, de una vez y por todas que, salvo cuando se trate del Presidente de la República o el Cardenal…¡el “que” es la noticia!. Y que el “quien” es parte importante  de la misma, pero no la más importante.

Tengo una oferta de una importante universidad para formar una escuela de periodismo. Ya tengo el boceto sobre las materias a dar que son, en tres cuatrimestres, las siguientes; Redacción de la Noticia, Gramática Castellana, Historia Patria, Geografía Económica Mundial, Diagramación y Titulación de un Diario y la fundación de un periódico interno donde los alumnos puedan practicar lo que han aprendido. Los dos siguientes cuatrimestres son muy parecidos al primero, pero el asunto es preparar periodistas de la “Escuela Ornes” en apenas cuatro trimestres.

Eso se puede hacer pero yo no crea que lo haga, no porque no pueda, claro que no, sino porque sería un profesor, como ya lo fuí una vez, quizás demasiado drástico, pero con la seguridad que de esa escuela saldrían verdaderos periodistas.

De la “Escuela Ornes”, por supuesto.-

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