La “marca de fábrica” de Leonel

La “marca de fábrica” de Leonel

UBI RIVAS
El presidente Leonel Fernández las tiene todas consigo para concretizar su proyecto de reelegirse y/o continuar en el poder principalmente porque carece de un contendor de su estatura, de su «timming», cachet, atractivo, impacto y finalmente, carisma.

El principal atractivo de Leonel es que no es retaliativo, ni ofensivo, que ignora o sepulta las ofensas y las argamasa en función de sumar, condición básica en un político, idéntico a la calificación en esa conducta del presidente Joaquín Balaguer que nunca ni insultó ni devolvió un agravio y el resultado de eso, más su paciencia de vegetariano, le ayudaron 22 años en las instancias supremas del mando absoluto.

Fue, en realidad y verdad, un etnarca, un paterfamilia, un déspota ilustrado, pero asido siempre de la paciencia de bonzo budista y su resistencia pertinaz en nunca restar.

En febrero 4 fui el primero, y el único comunicador que insertó en HOY que Leonel ganaría el certamen cívico de mayo siguiente con el 57% y así aconteció. ¿O no fue así?

Hoy, con el caudal adverso a la reelección que todos saben que profeso, pero sin impedirse esa convicción dar las espaldas a la realidad, pronostico que Leonel ganará el certamen electoral del año venidero con un 62%.

Vislumbro esa realidad en base a que la JCE consignó en la edición de Diario Libre del 24/05/07, que la población con capacidad de emitir el voto trepa a 5.6 millones, de los cuales el PRD, disponiendo del candidato que fuese, tiene asegurado un «voto duro» de por lo menos 1.3 millones y la fracción del PRSC que lidera Amable Aristy Castro no excede los 300 mil votos, así desorganizado como un rompecabezas que se adquiere en una tienda, como está hoy el PRSC.

La estrategia evidente de Aristy Castro es «ligar» una segunda ronda electoral, que no la habrá.

No la habrá no porque quien escribe y suscribe lo desea, que a mi edad, con medio siglo ejerciendo la comunicación, disto muchísimo de que las cosas obren conforme a mi deseo, sino a la concepción que tengo del medio en todas sus formas.

No habrá segunda vuelta porque 1.3 millones de votos que puede tener el PRD, más 300 mil ó 500 mil que pueda disponer Aristy Castro, suman 1.5 millones de votos. A ese por ciento es menester restarle al total de dominicanos con capacidad de elegir, un 35 a 40% que se abstienen, que restan 2 millones de votos.

Los restantes 2.2 millones de votos son del PLD. No hay tutía; las matemáticas es la única ciencia exacta existente en esa ocasión cosida o adherida a los cálculos políticos.

Los expertos en sondeos de opinión determinarán qué por ciento de 2.2 millones de votos establecen para Leonel la intención de los votantes. Sencillísimo.

Empero, el presidente Leonel, como siempre se expresa Danilo Medina, perdido en el bosque porque los árboles le impiden verlo, no debe, ni puede, ni lo hará, porque es el más inteligente de todos los dominicanos y la prueba es que ha escalado dos veces el poder y se apresta a ganar un tercer desafío, sin que haya perdido uno, recostarse ni en esos números ni en que no tenga un opositor de envergadura para enfrentar si su carisma ni sus obras de infraestructura gigante que cada semana aporta dos veces al país, idéntico al JB de Navarrete, no el de Río Verde.

Leonel sabe que, como afirman los cibaeños, «la carga se le arregla a la bestia en el camino», y las cargas que hoy por hoy se van de lado de la montura y que Leonel tiene que emparejar son el aumento del fluido eléctrico, la reducción de la canasta familiar y del andamiaje impositivo fiscal, para que no sofoque y la tuerca, de apretarla, no se «corra».

Proseguir con el maratón de inauguraciones de obras, mantener intacto su gran «charmel», y el 17 de mayo de 2008 comprobaremos estas reflexiones todos.   

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