La “tayota” Abinader avanza

La “tayota” Abinader avanza

Me cuentan que durante la campaña electoral pasada una broma favorita del agrónomo Hipólito Mejía, ex presidente y candidato presidencial del PRD, consistía en comparar a su compañero vicepresidente, el economista Luis Abinader, con  “la tayota”, por considerarlo políticamente insípido, “que no sabe a nada”.

“!Llámame a la tayota!”, “!dile a la tayota que venga”!, eran alusiones, según mis fuentes, oídas frecuentemente en el comando de campaña del ex mandatario al referirse a Abinader, un empresario de éxito, de familia acaudalada y de larga militancia perredeista, a quien Gallup, la biblia de las encuestas, acaba de colocar puntero entre los presidenciables del PRD, favorecido por el 26% de los ciudadanos y el 41% de apoyo partidario de cara a los comicios del 2016.

“Tayota” es una expresión dominicana que alude al tayote, chayote, chocho o mirliton –como se conoce en Las Antillas- y que es un fruto que se utiliza como hortaliza para la alimentación humana. Es originario de México, de los indígenas Náhuatl, donde se conocía antes de la colonización española, se cultiva en Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y Perú, entre otras naciones.

Motejar a Abinader con tal nombre parecía un recurso psicológico de Mejía para motivar el accionar proselitista del compañero de fórmula seleccionado a destiempo, en momentos que crecían las presiones para que cediera la candidatura vicepresidencial a Miguel Vargas, en aras de la unidad partidaria, factor decisivo de la derrota perredeista.  Consecuencia del fracaso electoral, Abinader formó una tercera fuerza interna que compite en medio de la lucha irreconciliable que sostienen Mejía y Vargas, y que aparentemente ha comenzado a rendirle pingües beneficios políticos. Pero así como la “tayota” no satisface a quien la come, el supuesto liderazgo de Abinader se puede desinflar cuando a Mejía se le antoje.

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