La “Vieja Europa” abordará temores monetarios con snow

La “Vieja Europa” abordará temores monetarios con snow

POR ANDREW BALLS Y RALPH ATKINS
Financial Times

John Snow, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, viajará por Europa esta semana para destacar lo que ha llamado el persistente “déficit de crecimiento” del continente. Sin embargo, hay indicios iniciales de que los países europeos querrán conversar principalmente sobre otro tema: el descenso del dólar frente al euro.

En su viaje a la próxima reunión de los ministros de Finanzas del “Grupo de los 20”, economías ricas y emergentes en Berlín, el señor Snow hará una parada en Irlanda, el Reino Unido y Polonia. En Varsovia, se reunirá con los ministros de Finanzas de Polonia, la República Checa,  Hungría y Eslovaquia, los miembros más recientes de la Unión Europea. Estos países fueron elegidos deliberadamente por el señor Snow para destacar el impacto positivo de las reformas económicas fuera del centro de la eurozona.

En un discurso pronunciado el miércoles pasado en Londres, el señor Snow expuso las prioridades económicas del segundo periodo de la administración Bush. Pero mientras que al señor Snow le gustaría que el centro del G20 siguiera siendo la promoción del crecimiento, es probable que las preocupaciones de la “Vieja Europa” sobre el declive del valor del dólar dominen las discusiones. El dólar bajó cerca de 5% frente al euro durante el último mes, a cerca de US$1.30.

Varios políticos europeos han expresado sus preocupación de que la fuerza del euro pudiera afectar las exportaciones, en momentos en que la recuperación económica de la eurozona ya ha perdido velocidad significativamente. Silvio Berlusconi, el primer ministro de Italia, ha sido el más expresivo al pedir una acción coordinada por parte de los países europeos para contrarrestar el aumento del euro frente al dólar estadounidense. Los acontecimientos con la tasa de cambio serían analizados por los ministros de Finanzas de la eurozona cuando cenaran anoche, en Bruselas.

Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, calificó de “brutal” el movimiento reciente de la moneda.

Sin embargo, no está claro si el BCE desearía intervenir con las tasas actuales, en particular, si EEUU no está dispuesto a participar en una intervención coordinada.

Algunos economistas también creen que el BCE ve la fuerza del euro como una fuerza contra la inflación útil, en momentos en que la inflación cardinal está por encima de la meta.

Aún así, el señor Trichet hizo eco de que el euro había pagado el costo del descenso del dólar, mientras que las economías de Asia, siguiendo a China, habían intervenido para impedir que sus monedas subieran.

No obstante, la declaraciones del Tesoro de EEUU indican que no considera los recientes movimientos de la moneda ni excesivos, ni desordenados. Los mercados monetarios globales, de acciones y de bonos han estado funcionando apaciblemente, dijo un funcionario del Tesoro de EEUU, antes del viaje del señor Snow. 

 “Los mercados monetarios están operando muy bien, al igual que todos los mercados”, dijo el funcionario al solicitar el anonimato. “Ha habido mucho orden en los mercados financieros”.

El descenso del dólar no es un suceso nuevo, sino la continuación de una tendencia de dos años. La moneda de EEUU se ha debilitado cerca de 15%, basado en el índice contra el comercio amplio que utiliza la Reserva Federal, de su pico de 2002. El dólar ha bajado cerca de 50% frente al euro durante el mismo periodo.

A pesar de la caída, no ha habido un cambio significativo en la posición de EEUU en relación con su moneda. El Tesoro no ha expresado alarma sobre la debilidad del dólar durante los dos últimos años.

La “política de dólar fuerte” de EEUU se puede entender mejor como una declaración de que los mercados deberían determinar los valores cambiarios y que cualquier intervención por ganar ventajas de mercado no resulta ventajoso a largo plazo para el país. “Creemos que los valores de la moneda deberían fijarse en mercados abiertos y competitivos”, dijo la semana pasada Rob Nichols, vocero del Tesoro de EEUU. “Tasas de cambio flexibles alivian el ajuste de condiciones de cambio en el sistema financiero internacional. Esto es consistente con nuestras propias políticas”.

Mientras restaba importancia  a la posibilidad de un ajuste desordenado y la importancia de financiamiento extranjero oficial, el Tesoro acepta abiertamente que es probable que el dólar caiga aún más. Esta es la lógica que respalda el pedido del grupo de los siete países más industrializados el año pasado, de una flexibilidad monetaria para ayudar a los ajustes de la cuenta corriente global.

La influencia del G7 se ve limitada cuando se tratan temas relacionados con los países de mercados emergentes, cuando no hay ninguno de estos sentado a la mesa. El G20 se estableció hace cinco años para reunir al G7 con los países grandes de mercados emergentes, con el fin de analizar asuntos relacionados con los mercados monetarios internacionales y la coordinación de la política económica.

Además, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G7, la membresía del G20 incluye China, Corea del Sur, México, Rusia, Africa del Sur y Turquía.

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