La 3ª revolución de Danilo: El fideicomiso

La 3ª revolución de Danilo: El fideicomiso

En un artículo publicado el 8 de noviembre en este medio (“La revolución educativa y financiera de Danilo”), destacábamos que con el financiamiento al sector productivo, vía las “visitas sorpresa” y el crédito solidario, así como la inversión en educación, estábamos en presencia de dos revoluciones que están teniendo y tendrán un impacto desarrollista; de igual forma la aplicación de la Ley de Desarrollo Hipotecario y Fideicomiso representa otra revolución que va a permitir edificar millares de viviendas a los trabajadores, así como también otras obras de infraestructura.

Desde febrero de 2009 la Junta Monetaria aprobó un primer borrador de un anteproyecto de ley que fue el resultado de estudios realizados por especialistas locales e internacionales y que contó con la participación de técnicos del Banco Central, de la Superintendencia de Bancos, la de Valores y el consenso de la asociación que agrupa los bancos y otras entidades financieras. Este primer anteproyecto fue objeto de varias revisiones y finalmente el 8 de abril de 2010 la JM aprobó la versión definitiva y el 16 de julio de 2011 el presidente Leonel Fernández promulgó la Ley 189-11.

La Ley de Desarrollo Hipotecario y Fideicomiso por vez primera establece la figura del fideicomiso en todas sus variedades, tales como el de planificación sucesoral, los sin fines de lucro, de inversión y los de inversión inmobiliaria, de desarrollo inmobiliario, los de oferta pública, los de valores y productos y también los fideicomisos de garantía.

Para fines de que los intermediarios financieros capten recursos para el financiamiento hipotecario de las viviendas o del sector construcción en general, la ley contempla una serie de instrumentos financieros como las letras, bonos y cédulas hipotecarias, los contratos de participación, los mutuos endosables, cuotas de fondos cerrados de inversión, los valores de fideicomiso y la titularización de los préstamos hipotecarios.

La ley contempla la creación de fideicomisos mixtos (Estado-sector privado), un régimen de exenciones fiscales a los fideicomisos y en particular para la vivienda económica establece que el Itebis implícito en los insumos de la construcción será acreditado al adquiriente de la vivienda como parte del pago inicial.

En un tiempo relativamente breve esta ley está generando importantes resultados ya que se han constituido más de 60 fideicomisos, incluyendo varios de bancos múltiples, se están desarrollando multitud de proyectos aprovechando los estímulos fiscales de la ley y quizás el mayor ejemplo sea la construcción de la Ciudad Juan Bosch.

Este proyecto contempla 15 mil unidades, fue el resultado de un fideicomiso entre el gobierno y una serie de empresas constructoras privadas. El sector público aportó los terrenos y la construcción de los servicios (calles, electricidad, agua potable, tratamiento residuos sanitarios, etc.), mientras que las empresas privadas se encargan de la construcción de las unidades habitacionales y los adquirientes recibirán el subsidio proveniente del solar, servicios y además la devolución del Itebis. Miles de familias serán beneficiadas con una vivienda financiada a tasa fija de interés, así como también los correspondientes a otros proyectos que serán desarrollados en las provincias.

Otro importante fruto de esta ley lo constituye el fideicomiso vial a cargo de los peajes de nuestras carreteras. Con anterioridad estos recursos o iban a parar a manos de concesionarios extranjeros, de los cuales no se veía las supuestas inversiones, o cuando eran administrados por el Estado engrosaban los fondos presupuestarios. Con este fideicomiso los recursos provenientes de los peajes van a garantizar financiamientos de los bancos para la construcción y reparación de nuestra red vial.

La Ley de Desarrollo Hipotecario y Fideicomiso representa un esfuerzo de dos administraciones del PLD y gracias a ella, como destacó recientemente el presidente Danilo Medina, va a permitir el año próximo una oferta de más de 60 mil viviendas; dicha ley presenta un futuro promisorio para reducir el déficit habitacional y construir obras de infraestructura. Por eso considero que la aplicación de esta ley representa la tercera revolución de este gobierno.

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