La Academia de Ciencias, los Laudatios

La Academia de Ciencias, los Laudatios

La noche del pasado martes, las ciencias dominicanas tuvieron una noche excelsa. En un solemne acto cargado de emociones y cálidos sentimientos, se reconoció la labor de cuatro personalidades que han hecho significativos aportes al conocimiento  y  las ideas de bien en nuestra patria amada. El acto de investidura de los Laudatios  Académica 2013 en los salones de la institución es el máximo galardón que la Academia  otorga a sus miembros más destacados,  por sus aportes en los diferentes campos del saber humano. Se reconocieron personalidades que han aportado en: salud,  historia, educación y producción poética. Las palabras de bienvenida al significativo acto estuvieron a cargo del presidente de la Academia, el Licenciado Milcíades Mejía quien resaltó los méritos de los galardonados por sus grandes merecimientos en los aspectos éticos y personales, así como sus grandes aportes a las ciencias del pueblo dominicano, considerando este reconocimiento  como el ¨Premio Nobel¨ de las ciencias dominicanas.

Los Laudatios: doctores Bernardo Defilló, el recién fallecido Guarocuya Batista del Villar, ambos cardiólogos, in memóriam al poeta nacional  Don Pedro Mir y Roberto Cassá, historiador. Nos tocó el gran honor de presentar al doctor Defilló, en nuestra doble condición de miembro de la directiva y coordinador de la Comisión de Salud de la Academia. A  los cientistas Fernando Sánchez, Nelson Moreno y Luis Scheker, les correspondió igual honor. Los galardonados recibieron medallas y pergaminos de parte de los directivos de la institución, así como la develización de sus fotos en la galería permanente de Laudatios de la Academia. El Dr. Bernardo Defilló, al dar las gracias por su reconocimiento, pronunció  un discurso no solo emotivo sino racional, que hacemos nuestro: ¨Quisiera que hoy nos acompañaran el querido hermano de sangre y valioso colaborador ido a destiempo, y ese otro amigo y hermano de afanes sociales que en días recientes se adentró también en la vida eterna. Que lo hicieran, para regocijarse con nosotros y ayudarnos a entender el valor real del elogio humano que, desprovisto de los estilos de Tomás Moro o de Erasmo de Rotterdam, constituya el fundamento de las inquietudes, protestas, reformas y cambios sociales que merecen y aspiran nuestro país y la propia Academia de Ciencias.

Vale citar, en este sentido, los paradigmas necesarios que definan este objetivo, como serían: reforzar y diversificar las asesorías a las instituciones del Estado y nuestras universidades; proponer  y crear las carreras para la formación de científicos nacionales; lograr programas de becas para este propósito; motivar sobre evidencias científicas inequívocas la adopción de las decisiones estatales y privadas; crear un Fondo especializado para el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología; neutralizar la existencia y acciones de las pseudociencias y costumbres idolátricas, y promover el conocimiento y utilización del método y rigor científicos¨.

Al escucharlo, veía desde la mesa directiva en que estaba, la Galería de Laudatios  Académicos en la que está mi padre, el doctor José Silié Gatón, no les niego que pensé en la familia, somos cuatro los Silié miembros de la Academia muy orgulloso me sentí de mi estirpe, entonces conceptos ejemplarizantes de: humildad, conducta ética, honestidad, firmeza, dignidad y  vocación de entrega a un país  revolotearon en mi mente, pensando en sus aportes ciudadanos. Una muy hermosa noche de homenaje a las ciencias. ¡ Mil albricias!.

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