La Academia de Ciencias reconoce nuevos Laudatio

La Academia de Ciencias reconoce nuevos Laudatio

La Asamblea General Ordinaria Anual de la Academia de Ciencias de la República Dominicana discurrió como tenía que discurrir: en un ambiente serenamente democrático, distendido, con amplia participación de sus miembros en los debates,  un entusiasmo contagioso, y  un celoso cuidado por la trasparencia y  apego a las normas y disposiciones estatutarias  y al reglamento. Fue una jornada fluida, exitosa, donde todos los puntos de la agenda, comprobado el quórum en segunda convocatoria, fueron expuestos  y analizados con  alto sentido de responsabilidad institucional, teniendo como  objetivo único el fortalecimiento de nuestra institución, bajo el lema Ciencia, Justicia y Verdad.

Previo al acto de apertura, fue dedicado un minuto de reconocimiento y aplauso a la memoria de los académicos del Número fallecidos en el año recién trascurrido, una muy sensible baja de nuestra membresía, enaltecida por los valores y las virtudes de estos prohombres que dedicaron sus conocimientos y su vida con total entrega al cultivo de la ciencia y la enseñanza, puestos  al servicio de la Patria y de los recursos naturales y el bienestar del género humano, sin distingos.

Conocido y aprobado el Informe  Anual Económico y Financiero correspondiente al año 2012, a cargo de la reputada firma de auditores externos Bidó Reyes y Asociados,  una vez  oída la opinión favorable  como primer punto de agenda, se pasó a la presentación de la Memoria de Gestión del Consejo Directivo, recogido en un extenso documento de 48 páginas,  habiendo sido remitido  con antelación a  cada uno de los miembros del Número para sus observaciones y comentarios. El Presidente, Lic. Milcíades Mejía leyó una apretada síntesis destacando los eventos y actividades de mayor importancia y trascendencia, mereciendo la aprobación  y descargo de dicha  gestión   que motivó que un distinguido miembro,  parodiando una  conocida frase,  expresara que “nunca que se había hecho tanto en tan poco tiempo.” A lo que agrego:  y con tan pocos recursos, pues la Academia apenas recibe una subvención de un millón de pesos mensuales desde hace más de una década, lo que absorbe prácticamente la nómina de empleados, el mantenimiento de las instalaciones y algunos eventos  nacionales e internacionales donde la presencia de la Academia, en franca expansión, no debe faltar. Poco o muy poco queda para la investigación, ahora que el Presidente Medina pretende priorizar este importante renglón para el desarrollo  de la nación.

Un punto cuestionado dada la excelencia de los candidatos propuestos a la Asamblea y la política selectiva del Consejo de limitar a dos  el nombramiento de los Laudatio,  creó una situación conflictiva  dilucidada por la eficaz intervención del Dr. César Mella. Respondiendo a su carácter conciliador, en atención a los méritos extraordinarios de los candidatos  propuso la designación de todos ellos: Dr. Guarocuya Batista del Villar, Dr. Bernardo Defilló y Dr. Roberto Cassá, más la exaltación póstuma del eximio fundador de la Academia en su primer centenario de  nacimiento, Don Pedro Mir, Poeta Nacional, moción masivamente aprobada.  En punto libre el Intelectual Andrés L. Mateo pidió un aplauso cerrado en merecido tributo al laureado  poeta José Marmol, presente, galardonado en España y en nuestro país recientemente, poniendole término a  esta jornada exitosa. 

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