La acción de las Fiscalías Barriales
Falta vigilancia familiar lleva jóvenes a robos y drogas

La acción de las Fiscalías Barriales <BR><STRONG>Falta vigilancia familiar lleva jóvenes a robos y drogas</STRONG>

POR FERNANDO QUIROZ
Jóvenes entre 16 y 25 años son generalmente los actores  de la comisión de robos, venta y consumo de drogas en los principales barrios del Distrito Nacional, situaciones que se constituyen en los mayores retos a enfrentar por las fiscalías barriales instaladas allí.

En la mayoría de los casos, estos jóvenes que consumen drogas, al no disponer de dinero para comprarlas, salen a las calles a asaltar ciudadanos a quienes despojan de celulares, carteras y joyas. En algunos casos agreden a sus propios padres e intentan matarlos para que les busquen dinero para comprar los estupefacientes.

Las 11 Fiscalías Barriales dilucidan a diario esta problemática, entre las que sobresalen como componente preocupante las denuncias por violencia contra la mujer.

El supervisor de las Fiscalías Barriales, Carlos Hernández Cabrera, dijo al participar en La Esquina Joven de HOY que por disposición del fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, han creado una estructura para dar asistencia y seguimiento a las mujeres maltratadas. El fiscal adjunto Hernández Cabrera estuvo acompañado en el conversatorio de los coordinadores de diez de las once fiscalías barriales que operan en el Distrito Nacional.

Cada fiscalía barrial presta servicio una fiscal especializada en violencia de género, un médico legista y una psicóloga.      Participaron los coordinadores de las Fiscalías Barriales de Villa Juana, Villa Agrícolas, María Auxiliadora, Capotillo, Gualey, Cristo Rey, Carretera Sánchez, Villa Consuelo, Los Guandules, y Ensanche Quisqueya. Otras denununcias que reciben son por golpes y heridas, estafa, amenaza, agresión física, abuso de confianza, robo agravado, difamación e injuria, trabajo pagado no realizado y viceversa, conflicto entre vecinos.

Desde octubre de 2005 a mayo de 2006 las Fiscalías Barriales recibieron 13,203 casos, de los cuales 3,205 fueron conciliados y 512 judicializados.

En el mes de junio pasado las infracciones registradas en las Fiscalías Barriales fueron 1,924, de las cuales 517 correspondieron a violencia contra la mujer, 224 a robo simple, 223 por amenaza, 108 robo agravado, 108 conflicto entre vecinos, 103 agresión física, 95 trabajo realizado no pagado y viceversa, 94 abuso de confianza, 72 golpes y heridas, 48 estafa, 30 difamación e injuria.

La importancia de la puesta en operación en los barrios de estas fiscalías, insistió, el magistrado Hernández Cabrera, radica en que se acerca a la comunidad el servicio de la Fiscalía del Distrito Nacional para dar respuesta rápida y satisfactoria a los problemas de sus residentes.

Expresó que trabajan para minimizar los constantes robos y efectos de las drogas que intranquilizan a los ciudadanos. Cuentan, dijo, con el apoyo de los líderes comunitarios y de voluntariado de apoyo a las fiscalías para la búsqueda de solución a los problemas de la mejor manera. Consultan iglesias, clubes deportivos y escuelas.                         Los coordinadores fiscales coinciden en que ofrecen un servicio con dignidad a las personas víctimas. Hacen esfuerzos en conciliar a las partes en conflicto para que diriman los problemas de manera amigable.

Villa Juana

Carlos Calcaño, fiscal de Villa Juana, informó que en un alto porcentaje de los jóvenes que delinquen hay problemas familiares o de consumo de drogas. La fiscalía que coordina también abarca Miraflores y San Juan Bosco.

Villa Agrícolas

Carlos Vidal, fiscal de Villa Agrícolas, cree que el principal problema de este sector es provocado por los conflictos entre comerciantes, sobre todo del mercado. Muchos jóvenes entre 16 y 25 años roban y consumen drogas.

Los Guandules

Gabriel Suero, fiscal Los Guandules, con responsabilidad para La Ciénaga y Guachupita, señala que la cultura en esos barrios ha sido dirimir las diferencias con machetes, por lo que es muy elevado el registro de agresiones y heridas.

Quisqueya

Gedeón Platón Bautista Liriano, fiscal del Quisqueya, con incidencia en Los Praditos, Los Prados, El Milloncito, Evaristo Morales resalta la asistencia que ofrecen a las mujeres maltratadas por parte de una fiscal especializada en violencia de género y la psicóloga Beberlyn Pérez Kern.

Cristo Rey

Rafael Brown, fiscal de Cristo Rey, resalta los voluntariados de apoyo a la fiscalía barrial, en coordinación con la Policía y la parroquia del sector. Su servicio abarca La Fe, Ensanche Kennedy y Arroyo Hondo. Cuentan con un fiscal de niños, niñas y adolescentes. Los mayores reportes son por robos.

María Auxiliadora

José Miguel Mejía, fiscal de María Auxiliadora, cree que uno de los principales logros en ese sector,  en el sector 27 de Febrero, Mejoramiento Social y Loma del Chivo, ha sido la coordinación entre los distintos sectores contra la violencia y delincuencia.

Capotillo

Denny Silvestre, fiscal de Capotillo, con cobertura para Simón Bolívar y Luperón, resalta el incremento de la presencia policial en el patrullaje. Los enfrentamientos entre bandas son cosas del pasado, dijo, aunque se reportan robos y la venta de drogas “siempre está ahí”.

Carretera Sánchez

Máximo Rodríguez, fiscal Carretera Sánchez, tiene jurisdicción desde la Núñez de Cáceres hasta la avenida Luperón. Expresa que luego de la intervención policial se han reducido los robos en el parque Mirador Sur. Dirigen charlas preventivas, y cree que la fiscalía se gana la confianza ciudadana.

Villa Consuelo

Félix Manuel Figuereo, fiscal Villa Consuelo, con jurisdicción en San Carlos y Villa Francisca, considera que la institución de la familia falla, porque cerca del 90% de los jóvenes que delinquen han desertado de la escuela. Su zona es impactada por la delincuencia. “En Villa Consuelo es el sector del país donde más se comercializan las cosas robadas”, dijo.

Gualey

Primitivo Comas, fiscal Gualey, con jurisdicción en el 24 de Abril, Las Cañitas, y Espaillat, cita entre los principales problemas los pleitos entre grupos con armas blancas, los robos en las calles para los “viciosos” comprar un cigarro de droga que llaman la “raya”.

Falta de padres

“Los padres de esos barrios no se conforman con un hijo ni con dos. No pueden tener uno, pero tienen seis, siete y hasta ocho sin tener la capacidad para educarlos, alimentarlos y vestirlos”, expresó el coordinador de la Fiscalía Barrial de Los Guandules, Gabriel Suero.

Son padres, agregó, que tienen que salir a trabajar y dejan a sus hijos abandonados, muchas veces cuidados por el hijo de más edad, que a veces no supera los diez años.

Entonces los muchachos salen a las calles a ver las malas prácticas del barrio como el vecino que agrede a su esposa o las personas que consumen drogas.

Consideró que se crían niños “bombas de tiempo” por la falta de educación y de planificación de sus padres.

esquinajoven@hoy.com.do

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