La actitud ante las aptitudes

La actitud ante las aptitudes

Hablar de las parónimas del título implica recordar que el conjunto de características genéticas, físicas y sociales que reúne un individuo constituye su personalidad. Fácilmente encontramos individuos con muchas aptitudes pero ninguna actitud, por tanto, carente del más mínimo procedimiento que conduzca a determinado comportamiento. Qué valor intrínseco pueden tener sus aptitudes si carecen de voluntad para desarrollarlas?

La actitud, como forma de actuar del individuo, define en cada acción el comportamiento que es capaz de emplear para hacer lo que le corresponde; como solemos decir, para hacer las cosas. El conocimiento o capacidad para desarrollar lo que le corresponde, como actividad, toma de decisión, acción específica, es su aptitud, esa que puede llevar al fracaso si no se maneja con una actitud positiva ante todas las posibilidades o adversidades.

Un individuo calificado como idóneo, probado, aprobado, es apto para la especie que lo califique; si dentro de esa aptitud no posee la voluntad para encarar los asuntos que le sean encomendados, actuará sin control y su comportamiento puede quedar sujeto a la improvisación, la inconducta o el fracaso. Por eso es importante apreciar las actitudes por encima de las aptitudes, o, asumirlas complementadas.

La actitud positiva potencializa la capacidad y voluntad para actuar; y convierte estas parónimas en sinónimas, porque teniendo una buena actitud nos prepara para ser o estar aptos ante lo que se nos ofrezca.

Este breve análisis sobre la actitud ante las aptitudes es oportuno en esta época convulsa del mundo, a nivel global y local, donde la humanidad vive, a la vez, entre conflictos bélicos, acciones guerreristas, iniciativas de Paz, confrontaciones y luchas inter partidarias, violencia, migraciones, discriminación, Cumbres y Foros de debates, avances de modelos de integración y unidad inclusiva, lesiones al medio ambiente, defensa de nuestra biodiversidad, revolución social y democrática; en fin, un coctel de debilidades y fortalezas, por allá y por acá, que demanda avanzar en la voluntad política, en muchos casos expresa, para, en lo adelante la actitud de todos los individuos conscientes y patriotas prevalezca sobre las aptitudes de quienes no estén aptos para actuar con una actitud positiva en el procedimiento para conducir a un comportamiento idóneo por el interés colectivo en un mundo globalizado.

En síntesis, todos los seres humanos estamos llamados a revisar nuestras actitudes ante las aptitudes que poseamos en las formas y el fondo de hacer lo que nos corresponde. Sabremos ser “Seres Humanos aptos para esta vida”.

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