La aerolínea Qantas sufre un nuevo percance en uno de sus aviones

La aerolínea Qantas sufre un nuevo percance en uno de sus aviones

Sídney (Australia),  (EFE).- La aerolínea Qantas sufrió hoy otro percance en uno de sus aviones, el último de una serie que afecta a esta compañía australiana que adquirió prestigio a raíz de una célebre escena de la película «Rain Man».

Un avión Boeing 747 con destino a Sídney tuvo que regresar hoy a Bangkok tras detectar el piloto que el motor estaba consumiendo más combustible del habitual, según informó la aerolínea. La avería se produjo unas horas después de que en otro vuelo de la compañía saltaran las mascarillas de oxígeno porque un cambio en la presión de la cabina hizo descender al aparato más de 8.000 metros por un problema en los conductos del aire acondicionado durante un trayecto local entre Adelaida y Melburne.

«Después de ‘Rain Man’, todos nos conocen y saben que somos una línea aérea muy segura», señaló a la prensa el consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, en defensa de la compañía y de su imagen como una de las más fiables del mundo. En el filme, Dustin Hoffman interpreta a un autista que entra en pánico en un aeropuerto y se niega a volar en cualquier otra compañía aérea que sea Qantas, porque el resto ha tenido accidentes graves.

«Raymond, todas las aerolíneas se han estrellado alguna vez, pero eso no significa que no sean seguras. Qantas no vuela a Los Ángeles desde Cincinnati, sino desde Melburne. ¡Melburne, en Australia!», le chilla su irritado hermano Charlie, que encarna el actor Tom Cruise.

El personaje de Hoffman sufre luego un ataque, y finalmente deciden hacer el largo viaje en automóvil. La secuencia de «Rain Man», largometraje premiado con los Oscar a la Mejor Película y al Mejor Actor para su protagonista en 1989, se tradujo en una exitosa campaña de mercadotecnia para Qantas, una de las aerolíneas jamás golpeada por un trágico accidente.

Eso es así, pero su imagen pública está sufriendo a raíz de la serie de problemas que durante las últimas semanas se han registrado en algunos de sus aviones. «La gente sigue hablando de Qantas por ‘Rain Man’, pero si metes la pata una sola vez, es muy difícil recuperar esa reputación», opinó el experto en publicidad Brendan van Maanen, en declaraciones recogidas por el diario Sydney Morning Herald.

 Hace una semana, otro avión de Qantas que volaba a Sídney desde Nueva York se desvió a Fiyi por un defecto en la válvula de fuel que abastece a uno de los motores. Varios testigos señalaron que vieron salir humo de la turbina, y el capitán de la nave indicó que ésta se había «recalentado».

Esos incidentes se unen a los fallos en motor Rolls Royce del flamante Airbus A380, descubierto por primera vez en un aparato de Qantas y que el pasado noviembre llevó a esta compañía, a Singapore Airlines, Lufthansa y a otras grandes aerolíneas a dejar en tierra sus modelos del mayor avión comercial del mercado.

La investigación de Rolls Royce concluyó que el dispositivo estalló en pleno vuelo porque se incendió el aceite, y el fabricante se comprometió a sustituir todas las unidades defectuosas.

La aerolínea argumenta que en todos los casos, los aterrizajes de emergencia de sus aviones han sido como medida de precaución y subraya su excelente registro en materia de seguridad. EFE

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