Trump regresa al poder con una agenda imposible de aplicar con éxito. Comenzando con el tema de violar fronteras aplicando la “Doctrina de Monroe”, la ley del más fuerte, responsable del expansionismo de Estados Unidos siglo XIX. No descarta el uso presiones militares y/o económicas para anexionarse Groenlandia, una inmensa isla en el Ártico propiedad de Dinamarca desde hace más de 600 años, también el Canal de Panamá, y por decreto cambiar el nombre del golfo de México por golfo de América, advirtiendo a Canadá que será el Estado 51 de la Unión.

La agenda económica es igual de confusa, retornar política proteccionista superada en la década ochenta del siglo pasado, con un arancel universal a productos importados oscilando entre 10% y 20%, y 10% adicional a los procedentes de China, rebaja masiva de impuestos y de la inmigración.

Son medidas inflacionistas que desaceleran el crecimiento del PIB real y reducen el empleo en Estados Unidos con repercusión global. El regreso del aumento de los precios obligaría a la Reserva Federal estadounidense, Banco Central Europeo y bancos centrales en todo el mundo, iniciar un nuevo ciclo de aumentos de tipos de interés para combatir el alza de los precios, con impacto negativo en el crecimiento mundial.

Conviene mantenerse atento como guinea tuerta para comprobar si son o no bravuconadas de Trump, tenemos la obligación de preservar lo que hemos logrado, ser la principal economía de la región en crecimiento, el pasado año nuestro PIB real aumentó 5.1%, muy por encima del promedio regional que alcanzó 1.5%, para este año las cifras son 1.9% y sobre 5%, respectivamente, según los Organismos Internacionales.

Recordemos, superada la crisis sanitaria de 2020, con política fiscal y monetaria prudente iniciamos el prolongado ciclo de alto crecimiento con empleos productivos, en los años 2021-2024 el PIB real aumentó 6.6% como promedio anual, se recuperaron y crearon 733,594 empleos (de septiembre 2020 al mismo mes 2024), y la inflación general (promedio doce meses) se redujo en 494 puntos porcentuales, de 8.24% en 2021 a 3.30% en 2024.

El pasado año exportamos US$12,800 millones, 7.5% más que en 2023, destacándose los productos industriales y mineros, empuje que debemos preservar para seguir ganando cuota en el mercado mundial, uno de los objetivos de la política económica del Gobierno de Luis Abinader. Como otro objetivo es que nuestra producción compita favorablemente con importaciones en el mercado local, el Gobierno promulgó el decreto No.693 del 18 de diciembre, 2024, estableciendo un arancel de 20% al arroz importado, medida compensatoria a la que tenemos derecho, según Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias de la Organización Mundial del Comercio.

Es una medida precautoria porque, con motivo de la entrada en vigencia plena del Tratado DR-CAFTA, nada impide que el arroz importado desde Estados Unidos inunde nuestro mercado con precio artificialmente bajo, por ayudas y subsidios, osciló entre US$400 y US$690 millones de 2018 a 2021, saltándose Estados Unidos normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Medida precautoria que evita perder lo que hemos logrado, producir el volumen de arroz que consumimos, o casi todo, el pasado año el país produjo 600 mil toneladas, importó 23 mil toneladas, con un consumo aparente de 727,312 toneladas. Si hay reacciones por el contenido del decreto No. 693-24, nos sentarnos a negociar su alcance, poniendo sobre la mesa precio mínimo al arroz que se importe desde Estados Unidos.