La III Gran Convención Empresarial, una iniciativa del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), ha presentado ante el país propuestas concretas para una agenda nacional basada en expectativas económicas y sociales bien actualizadas y con una amplia visión de futuro.

La resolución parte, según apreciamos, de premisas modernas sobre el papel de los agentes económicos y el Gobierno, los primeros como motores del desarrollo por medio de la interacción de capital y trabajo, y el segundo como administrador del Estado y trazador de normas en función de facilitador.

Se advierte en el documento final de la convención empresarial un énfasis en la propuesta dirigida a la organización de la economía, de la política fiscal, de los servicios vitales para el desarrollo, particularmente la energía.

Se plantea la necesidad de apoyar medidas eficientes y duraderas para garantizar la sostenibilidad financiera de la industria por vías como el saldo de acreencias del Estado y sus instituciones con las empresas privadas, pero también se expone la necesidad del cobro oportuno y a precio justo de la energía servida y exigir la despolitización del sector eléctrico.

Los planteamientos contenidos en la resolución de los empresarios ponen de manifiesto cuán necesario es que el país se esfuerce por lograr una agenda nacional con metas claramente definidas en los órdenes político, económico, fiscal y social.

Para esos fines, es necesario que los distintos sectores se sientan en el deber de formular propuestas globales que puedan ser llevadas a una mesa de diálogo en la cual estén representados todos los intereses nacionales.

Percibimos que el empresariado ha dado un gran paso en ese setido y que sus propuestas, al margen de cualquier legítimo interés de beneficio propio para el sector, están orientadas en una perspectiva que persigue el progreso global, como medio de fortalecer el Estado y sus instituciones y modificar en sentido positivo las condiciones de vida de los dominicanos.

Se podrá estar en desacuerdo con algunas de los puntos propuestos, pero siempre habrá que reconocer que el empresariado ha hecho un aporte muy oportuno, en momentos en que el país necesita el concurso de todos sus hijos.

Esperamos, pues, que otros sectores activos se ocupen de los aspectos que son afines a sus actividades y hagan también sus aportes para una agenda nacional de desarrollo.

[b]Odette[/b]

La tormenta Odette, atípica y fuera de temporada, se ha convertido en amenaza para el territorio nacional. La trayectoria que seguía anoche la proyectaba hacia el Suroeste dominicano y el Sudeste haitiano.

Los organismos de socorro han sido activados y se han estado tomando previsiones fundamerntadas en los riesgos de vientos anormales y abundante lluvia. Hace poco, torrenciales aguaceros anegaron parte del Norte, el Noreste y el Noroeste del país, ocasionando pérdidas de vidas y severos daños materiales.

Los residentes en las zonas amenazadas por la tormenta Odette, sobre todo en las cercanías de la costa marina y riberas de ríos, deberán tomar las precauciones que dispongan las autoridades de la Comisión Nacional de Emergencia y hacer caso a sus recomendaciones. El comportamiento impredecible de esta perturbación atmosférica debe llamarnos a ser prudentes.