La agroindustria de la energía 
La apuesta dominicana ante la crisis
del petróleo

La agroindustria de la energía  <BR><STRONG>La apuesta dominicana ante la crisis <BR>del petróleo</STRONG>

POR CARMEN CARVAJAL
El incentivo a la producción de energía renovable a base de bio combustibles, de viento o de sol, son las grandes apuestas del gobierno para amortiguar el efecto del alza de los combustibles fósiles, y, de paso, combatir la contaminación y estimular la producción agrícola en tierras no fértiles.

El petróleo y sus derivados, sus precios internacionales y las dificultades que genera a la economía dominicana han vuelto a la atención de los dominicanos, tras varias semanas desplazados por las elecciones y el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y los Estados Unidos.

Mientras los apagones han retornado con fuerza,  ocasionados principalmente por la falta de combustible en las plantas, el secretario técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, advierte que la carga de los subsidios le pesa cada vez más al gobierno, que no podrá sostenerla por mucho tiempo más.

La “agroindustria de la energía”, un concepto nuevo en el país, pero ya muy extendido en el mundo, constituye la gran apuesta de la Comisión Nacional de Energía, que comenzó el desarrollo de un proyecto piloto para la producción de biodisel en La Cruz de Manzanillo.

También apuesta por el desarrollo de energías renovables alternativas, para las cuales existe abundante materia prima en el país, como el viento y el sol.

La aprobación esta semana en dos lecturas consecutivas en el Senado del proyecto de Ley de Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales, declarado de urgencia tras varios años en el Congreso, ha despertado el entusiasmo en las entidades que están trabajando en el desarrollo de fuentes alternas de energía.

Rubén Montás, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, espera que la Cámara de Diputados proceda también a la aprobación de la ley, mientras tanto la Comisión junto a otras entidades del Estado trabaja en la elaboración de los reglamentos de aplicación de la misma, de manera que su  entrada en vigencia no tarde tras su sanción congresional, y promulgación por parte del Poder Ejecutivo.

También se labora en la identificación de los cultivos que se utilizarán en la producción de biodisel, las zonas del país donde serán sembrados, se recogen propuestas para la producción de Etanol, y para la generación de energía eólica y solar, para los cuales ya hay planes muy concretos.

Los proyectos

Montás explica que con relación al desarrollo de energías renovables y el contenido del proyecto de ley, ya se han analizado todos los problemas que se pueden presentar, se han realizado talleres y seminarios, y todo los sectores han coincidido en la importancia de que la ley sea aprobada y entre en vigencia de inmediato.

La ley establece un marco jurídico para el desarrollo de las energías sustentables, y  crea incentivos tales como exoneraciones de impuestos para la importación de las maquinarias y equipos, y del Impuesto sobre la Renta.

“La aprobación la han demandado todos los sectores, especialmente los empresarios, sobre todo después de que los precios del petróleo se han disparado, y este país no tiene petróleo y en cambio tiene grandes posibilidades con la energía fotovoltaica (solar), con la eólica, el biodisel y el etanol, es decir, energías renovables”.

Y explica que para el desarrollo de estos sectores solo falta el mecanismo legal, que sería la ley y su reglamento.

Esta falta, sin embargo, no ha impedido que se inicien los trabajos preliminares para la instalación de proyectos. “Ya tenemos las patentes para la instalación de un parque aerogenerador de 50 megas en Matafango, Baní, y otro de 400 megas en carpeta para la zona de Puerto Plata y Montecristi, ambos en la etapa de proyecto.

También hay propuestas de empresas brasileñas para la producción de etanol brasileñas, y se están haciendo las pruebas dirigidas a escoger las oleaginosas y las zonas de siembra para el biodisel.

En el caso de las oleaginosas examinadas, en La Cruz de Manzanillo  se está tratando con higuereta dominicana y una variedad brasileña, también con pinón y una variedad criolla de planta que se llama Libertad.

“Se está tratando de determinar cuáles son las condiciones óptimas, el mejor lugar, la productividad y costos, todo lo que tiene que ver con la producción de la oleaginosa y su procesamiento”.

Los técnicos escogieron esos cuatro cultivos porque se producen en suelos poco fértiles, en los que no se puede cosechar nada más, por lo que actualmente no tienen uso agrícola, como ocurre con algunas tierras del noroeste, y del sur, especialmente el cercano a la frontera.

Actualmente se ejecuta un proyecto piloto en Manzanillo, de dos mil tareas que servirá de referencia a los productores privados que quieran incursionar en este renglón cuando la ley entre en vigencia.

En este proyecto piloto trabaja, además de la Comisión Nacional de Energía, la Secretaría de Agricultura, el Instituto de Investigaciones Agrícolas, el Banco Agrícola y el proyecto La Cruz de Manzanillo.

“Estas entidades participan activamente porque estamos en lo que se llama “la Agroindustria de la energía, un concepto conocido, pero nuevo en el país.”

Pero no todo es biodisel, las investigaciones incluyen la energía eólica y la foto voltaica o solar, que abunda en el país todo el año. Sin embargo, el desarrollo de esta es más lento, porque la inversión inicial es muy costosa.

Si los diputados la aprueban ahora, entres meses podría estar en aplicación, ya que los técnicos, desde ya, están trabajando en los reglamentos de la ley.

Según los proyectos de la Comisión y del gobierno, las primeras unidades foto voltaicas se utilizarán para proyectos de electrificación rural.

Será un proyecto comunitario, no individual como el que actualmente realiza la Secretaría de Industria y Comercio, en el cual se instalan paneles solares a cada familia beneficiaria, la cual pasa a ser propietaria del sistema individual de generación.

El Plan de la Comisión es de que los proyectos sean colectivos, con grandes generadoras que llevarán la energía a las casas, pero de la que los usuarios no serán propietarios. Es un proyecto que se ejecutará con cooperación internacional.

La ley

La ley propuesta por el Ejecutivo y aprobada por el Senado busca estimular la inversión privada y el acceso de los ciudadanos a las energías renovables, que, además de las ventajas económicas, suponen también grandes ventajas ecológicas o medio ambientales.

También aumentar la diversidad energética, especialmente en cuanto al auto abastecimiento, y la generación de excedentes, promover la investigación y aplicación de nuevas tecnologías y la descentralización de la producción.

Los beneficios de la ley se aplicarán a los parques eólicos de hasta 50 mega vatios, instalaciones solares de hasta 120 mega vatios, centrales que utilicen por lo menos el 60 % de biomasa como combustible, y con producción de hasta 80 MW por central.

También las plantas de producción de bio combustibles, ya sean destilerías o refinerías, sin importar su magnitud y volumen, las plantaciones agrícolas destinadas a la producción de biomasa, aceites vegetales o de presión para la producción de bio dísel, las plantas hidrolizadoras productoras de licores para la fabricación de etanol carburante, o bio combustible. También las instalaciones de explotación de energías oceánicas.

Entre los incentivos que otorgará la ley a los inversionistas que incursionen en el sector amparándose en ella, figuran la exención de impuestos de importación, incluyendo el ITBIS y el recargo cambiario a los equipos y maquinarias y accesorios importados por empresas o personas particulares.  

Durante diez años, a partir de la promulgación de la ley, se exonerará el pago del Impuesto Sobre la Renta sobre los ingresos derivados de la generación y venta de electricidad, agua caliente vapor, fuerza motriz, biocombustibles o combustibles sintéticos, generados a base de las fuentes renovables identificados en la ley.

También quedarán exentos del impuesto del 15% sobre el saldo de pago de intereses al financiamiento externo, si lo hubiera.

En cuanto a los auto productores, o quienes producen para satisfacer sus necesidades, la ley otorgará hasta un 75% del costo de la inversión en equipos, como crédito único al ISR, a los propietarios o inquilinos de viviendas familiares, casas comerciales o industriales que cambien o amplíen para sistemas de fuentes renovables para su consumo energético privado. Este incentivo no podrá pasar del 50% del ISR.

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