La agropecuaria en dificultades

La agropecuaria en dificultades

El panorama de la agropecuaria no parece tan difícil de comprender. Comprar insumos y materias primas cada vez más caros y enfrentarse a todas las dificultades imaginables para tratar de conseguir financiamiento, y en cambio tener que vender prácticamente al costo, no parece tan difícil de entender.

Es una realidad que está afectando a todos los procesos productivos, con la salvedad de que la agropecuaria se enfrenta, entre otras cosas, a las veleidades destructivas del cambio climático y a la escasísima oferta de seguro para este sector. Los representantes del sector agropecuario han hablado en un lenguaje comprensible.

Frente a esta realidad, es comprensible que para los productores agrícolas y pecuarios sea de alta prioridad que el Gobierno ponga en ejecución los planes anunciados por el Presidente en su discurso del 16 de este mes. Es de alta prioridad que se ejecuten otras fórmulas que anterior al discurso habían sido diseñadas para apoyar la producción en el campo. Ahora se debate si se toman o no dineros de pensiones para financiar producción agropecuaria y, francamente, lo único que hay que hacer es  garantizar el retorno de esos dineros a su fuente de origen en los términos  acordados. Las  medidas para apoyar la producción en el campo deben estar en lista de alta prioridad, pues de ahí depende la seguridad alimentaría de que tanto se habla.

Dos años sí, seis ni pensarlo
La fórmula más idónea para unificar las elecciones presidenciales con las congresionales y municipales, sería elegir en el 2010 legisladores, síndicos y vicesíndicos para un período de dos años. Así quedarían unificafas ambas elecciones en el 2012. Decirlo ahora no es un ejercicio ocioso, sino una forma de salirle al paso a las mentes calenturientas que ya sueñan con un período legislativo y municipal de seis años, para lo cual parece haber mucho laborantismo.

El país no resiste más elecciones cada dos años y, por otra parte, los electores votaron por síndicos, regidores y legisladores para ejercicio de  cuatro, no de seis. También se voto en los mismos términos para la Presidencia de la República. De manera que hay que alentar la fórmula del período legislativo y municipal de dos años, a partir del 2010. Bastaría un consenso para hacer los ajustes desde ahora, y que no se hable más del asunto. Sería la manera idónea de frenar ciertos apetitos.

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