La agropecuaria necesita empuje

La agropecuaria necesita empuje

Aunque el sector agropecuario tiene buen desempeño, todavía se desenvuelve bajo condiciones que obstruyen su crecimiento. Las dificultades para obtener financiamiento de la banca es una de las causas principales. Las tasas altas y la exigencia desmedida de garantías dificultan la obtención de créditos. Los problemas de titulación de propiedades influyen también en la situación. Ahora mismo, el sector solo cuenta con los créditos que otorgan el Banco Agrícola, el Banreservas y el FEDA.

Sumadas a las dificultades para el financiamiento están los altos costos operativos y de producción, determinados por los precios de los combustibles, de los insumos y el deficiente suministro de energía eléctrica. El panorama ensombrece más porque no hay una asistencia oficial adecuada y oportuna en caso de que alguna plaga o enfermedad ataque la producción, como ha estado ocurriendo con los cítricos y otros cultivos de gran demanda.

En el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio se airearon estas dificultades. Dirigentes del sector agropecuario fueron los invitados especiales. Ellos aspiran, entre otras cosas, a modificaciones en las normas prudenciales de la banca para mejorar el acceso a financiamiento y que el Gobierno les apoye más para enfrentar oportunamente contingencias sanitarias que afectan la producción.

ANTE UN RECLAMO DESMESURADO

La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) está exigiendo para el 2015 un alza salarial del 60% para los maestros del nivel básico, bajo amenaza de trastornar el proceso educativo con movilizaciones y un paro nacional de labores. Semejante demanda es una acción de presión inconsecuente con los esfuerzos que hace el Gobierno por mejorar la educación, inclusive el estatus de los propios educadores, que en este año ha logrado aumento salarial y está pendiente uno para el año que viene, aunque no de la proporción que exigen ahora.

El Estado está invirtiendo y trabajando para mejorar la educación y eso incluye el estatus social y curricular de los maestros. Pedir ahora un alza salarial del 60% desborda las posibilidades, y parar la docencia caería en lo irracional. Los educadores merecen mejores condiciones, pero sus merecimientos tienen que acogerse a lo prudente, las posibilidades y circunstancias del momento.

 

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