PARÍS, AFP. La idea no es hacer vestidos fáciles de llevar o abordables como en el prêt-à-porter: la alta costura, cuyos desfiles se desarrollan esta semana en París, es “sin límites” y los creadores saborean ese laboratorio creativo que representa una “vidriera excepcional”.

La alta costura, actividad artesanal exclusivamente parisina, es sinónimo de “libertad y creatividad totales” aseguran los holandeses Viktor&Rolf, consultados por AFP. “No existen limitaciones a lo que podemos hacer”, precisó Viktor Horsting.

Ambos se habían iniciado en la alta costura en los años 90, luego la abandonaron por el prêt-à-porter. El dúo -figuran siempre juntos y se visten igual pero no son pareja ni mellizos- creó incluso una colección para el gigante H&M en 2006.

“La alta costura estaba bien para dar a conocer nuestro nombre al más alto nivel, pero no generaba ventas”, explicó a la AFP Viktor Horsting.

Sin embargo, en julio, 20 años después de su debut y una vez bien instalada su marca, regresaron a la alta costura. “Dividimos nuestro mensaje. Podemos mostrar un lado muy fácil de llevar con nuestra ropa durante el prêt-à-porter y ser poéticos y conceptuales con la alta costura”, explicó Rolf Snoeren. “Con la alta costura hacemos lo que que queremos, sin pensar en costos ni en las obligaciones de la comercialización”, insiste el presidente de Viktor&Rolf, Giovanni Pungetti.

En julio, el dúo presentó una colección que parecía sobre todo un evento artístico: instalaron a las modelos una por una, en un decorado oscuro, como si fuesen esculturas. Llevaban ropa de seda negra que acompañaba la forma del cuerpo, según la postura adoptada.