La amenaza de una
fiera acorralada

La amenaza de una<BR> fiera acorralada

Sun Tzu planteó que el enemigo no se debe acorralar totalmente porque puede reaccionar de manera desesperada y provocar daños innecesarios. Recomienda, en cambio, dejarle una vía de escape aparente sobre la cual podrían montarse emboscadas para aniquilarlo gradualmente en su retirada.

Aplicado “El Arte de la Guerra” al momento político actual, apreciamos a un pueblo que ha acorralado al gobierno con sus protestas ante la corrupción y la incapacidad de atender sus necesidades básicas. Las señales de desesperación e impotencia ya pueden advertirse desde el Poder Ejecutivo.

El pasado miércoles 29 de julio de 2009, el matutino “Diario Libre” titulaba: “En seis meses gobierno enfrenta 100 paros en demanda de obras.” Al día siguiente, el semanario CLAVE decía: “Desidia oficial genera 28 protestas por mes. Desde septiembre del año 2004 unos 17 ciudadanos han sido muertos y 122 han sido heridos.” Sólo en Samaná y en las fronterizas provincias  Elías Piña e Independencia no hubo movilizaciones de protesta. El lunes 27 de julio de 2009 el periódico “Hoy” titulaba en primera plana: “Piden dejar paños tibios en casos de corrupción. No se cuestiona la falta de leyes ni de mecanismos para impulsar la transparencia sino la permisividad y la falta de voluntad para la sanción.” La encuesta Gallup-Hoy dejaba bien claro el repudio de la mayoría del pueblo dominicano ante esta situación luego que 84% de la ciudadanía percibiera el predominio de la impunidad hacia los funcionarios corruptos del gobierno.

La crisis nacional podría medirse por la creatividad y composición social de los grupos que protestan. Ya se superó la etapa de la quema de neumáticos con encapuchados de por medio. Ahora son los “vía crucis” y los “peregrinajes” que atraviesan el país hasta que la Policía los reprime antes de llegar al Palacio Nacional, las “paradas con pancartas” en puntos clave, los “zapatazos” copiados de Irak y los “encadenados” médicos contra quienes prevalece un odio patológico. Los que no modifican los métodos son los policías con su violencia selectiva, recordatoria de la que predominó durante “los doce años de Balaguer”. Este modelo ha llevado el conteo de 2009 a seis muertos y doce heridos entre los participantes en movilizaciones pacíficas.

Desde que Leonel llegó del más reciente de sus tantos viajes al exterior, parece haber percibido (¡al fin!) el deterioro de su gobierno y confirmado la torpeza e incapacidad de sus principales funcionarios. Debe haber percibido que está acorralado por sus propias actuaciones negativas y que debe poner en juego la manipulación mediática para evadir el rechazo popular. Por eso ha reiniciado el súbete y bájate de los helicópteros que diariamente barren los techos de Gazcue con el batir de sus aspas y lo llevan a provincias a prometer lo que sabe no cumplirá. Se ha dado a la tarea de inaugurar obras ya inauguradas. Pero los apagones siguen, el agua potable no llega y tampoco son reparadas las vías de comunicación indispensables. Mientras, las organizaciones financieras internacionales rehúsan financiar tanto despilfarro sin que haya transparencia alguna en el manejo de los fondos.

Éstos son momentos en que puede apreciarse la impotencia del gobierno ante las justas críticas. Situaciones en las que los gobernantes se cuestionan si podrán mantenerse en el poder los tres próximos años sin alterar su estilo anti pueblo de acumulación de riquezas personales. ¿Bastarán los diez meses previos a las elecciones congresuales y municipales para frenar las movilizaciones o tendrán que buscar otros mecanismos allende la manipulación mediática y el sinuoso verbo del Presidente? Cuando un gobierno cae en la impotencia plena bajo un estado de negación, es cuando toma medidas desesperadas y de alto riesgo. Esa ambiciosa tropa politiquera tratará de mantenerse en el poder a toda costa. Es por eso que podría asumirse que aprovecharán la amplia experiencia de sus aliados balagueristas y sus asesores extranjeros en los mecanismos del fraude electoral. Cobra mayor importancia la manipulación electoral ahora que los congresistas y funcionarios municipales serán elegidos a los cargos por seis años, convirtiéndose en factor de peso para las elecciones presidenciales de 2012. Fraude y represión selectiva nunca son descartables.

Nada hay más peligroso que una fiera acorralada.

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