La anorexia, trastorno de la conducta alimenticia que podría dejar secuelas a quienes lo padecen

La anorexia, trastorno de la conducta alimenticia que podría  dejar secuelas  a  quienes lo padecen

La anorexia es uno de los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes. Afecta, sobre todo, a mujeres jóvenes con un pico máximo de incidencia en la adolescencia, calculándose que lo padecen aproximadamente el 1% de las menores de 25 años. Además, los estudios demuestran que puede dejar secuelas físicas y mentales…
“Las personas con anorexia tienen una imagen distorsionada de su cuerpo, de modo que se ven gordas aunque estén peligrosamente delgadas. A menudo no quieren comer, practican ejercicio de manera compulsiva y adquieren hábitos poco usuales como negarse a comer delante de otras personas. Pierden una gran cantidad de peso e, incluso, pueden morir por inanición”, indica la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).
Asimismo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) explica que se trata de una enfermedad de origen mental. Quienes la padecen “tienen una preocupación excesiva por el peso que les lleva a disminuir la cantidad de alimentos que ingieren y a seleccionar los de menor contenido en calorías. Este comportamiento implica una importante pérdida de peso, que puede llegar a una desnutrición grave”, apunta.
Falta de menstruación y problema de los huesos. “A veces, para adelgazar, realizan excesivo ejercicio físico, toman laxantes o diuréticos o se provocan el vómito. Habitualmente aparece en personas con tendencia a la insatisfacción personal. Buscan un cambio en su aspecto físico y la pérdida de peso constituye un ‘éxito’ que aumenta su autoestima”, señala esta entidad.
Además de los síntomas principales, la AEP manifiesta que la anorexia suele traer asociadas complicaciones físicas y psiquiátricas como trastornos en la menstruación o desaparición de la misma, alteraciones en los huesos que, a largo plazo, conllevan fracturas y deformidades óseas, piel seca y caída del cabello por falta de vitaminas, problemas digestivos y cardiovasculares, síntomas de depresión y ansiedad y alteraciones en la atención y en la concentración.
En este sentido, Marina Díaz Marsá, jefa de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, subraya que “la anorexia sigue siendo un problema de salud pública que arruina la vida de las pacientes y de sus familiares”.
La Asociación Española de Pediatría expone que, aunque la anorexia no es una enfermedad que afecte exclusivamente a mujeres, es diez veces más frecuente en el sexo femenino.
“El pico máximo de incidencia se da en la adolescencia y se calcula que afecta aproximadamente al 1% de las mujeres menores de 25 años”, precisa.
No obstante, la AEP destaca que el número de hombres con anorexia está aumentando en las últimas décadas y suele tratarse de casos graves.
Las consecuencias físicas de la anorexia pueden llegar a ser muy serias, por lo que resulta fundamental comenzar el tratamiento cuanto antes. Por lo general, las personas con anorexia no suelen pedir ayuda ellas mismas y cuando acuden a la consulta del médico lo hacen presionadas por sus familiares, amigos o profesores.
La AEP destaca que la anorexia es una enfermedad mental y, por lo tanto, debe ser tratada por médicos con formación en psiquiatría infantil o por psicólogos.

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