La ansiedad de un pueblo por justicia

La ansiedad de un pueblo por justicia

MANUEL A. GARCÍA SALETA
El tiempo va transcurriendo y el pueblo va perdiendo la ilusión que forjó al elegir al doctor Leonel Fernández Reyna, presidente de la República Dominicana, confiando que iba a actuar basado en las promesas que le hizo a la ciudadanía en el trascurso de la campaña electoral del 2004. No ha sucedido así.

Reconocemos que el gobierno ha dado muestra de interés por estabilizar y mejorar las condiciones económica por la que esta atravesando la mayoría del pueblo dominicano, pero a pesar de que ha mantenido la estabilidad de la moneda, 28.9×1, no se ha podido conseguir que suceda lo mismo con los precios de los productos de la canasta familiar; al contrario, los comerciantes suben los precios a su antojo, demostrando tener un desprecio absoluto a los sufrimientos de aquellos que escasamente tienen dinero para subsistir; lo hacen arbitrariamente, porque saben que las autoridades que le corresponden vigilar esa situación, andan por el mismo camino, no les importa un pito el sufrimiento de los infelices y los necesitados, al contrario visitan a menudo a los poderosos comerciantes y empresarios para saludarlos y…

La verdad es que estamos saturados y harto de leer y oír, día y noche, las mismas, cosas, sandeces, promesas, sabios economistas, los cuales difieren unos y otros en la misma cosa, nunca hay coincidencia en lo que tratan. Los ignorantes no podemos saber jamás quien tiene la verdad.

Quiero referirme a otro asunto que no podemos entender. ¿Cuál es la razón de que el combustible varíe el precio todas las semanas?. ¿Por qué no se establecen los precios mensualmente en vez de semanal? En esa forma tendríamos más tranquilidad para visitar las bombas para echar el combustible. Hablando de combustibles y la carestía de los mismos. El gobierno debe tomar medidas ya, para ayudar a abaratar el subsidio del gas propano a la clase pobre, prohibiendo, terminantemente, que a las yepetas, carros lujosos de familia ricas, carros públicos, no importa su tamaño o edad, se les suministre éste combustible, porque todas estas personas producen suficiente dinero para comprar la gasolina Premium o corriente que es el combustible adecuado para esos carros. Hay que ser muy carajote para llevar en el baúl un tanque de 100 libras en esos vehículos que representa la riqueza y el poder económico en nuestro país, exponiéndose además a que exploten y tengan tragedias que lamentar.

Recordar que están consumiendo un combustible que es para las amas de casa cocinar sus alimentos únicamente. Que paguen el precio del combustible que deben usar vehículos y ya.

Distinguido presidente, han transcurrido once meses que usted fue electo como presidente y esta es la fecha en que no hay ni un solo funcionario de los que destruyeron este país con el mal manejo que hicieron en la administración pública durante los cuatro años que gobernaron el país, 2000-2004, en najayo; Usted se esta descuidando con esos personajes; en ellos existe todavía la maldad, el odio y la venganza; sus planes son macabros. No se descuide, obsérvelos. Cuando usted menos lo espera hacen de la suya.

Creo que el pueblo esta cansado también de tantos consensos y reuniones; es tiempo ya que Usted proceda como el mandatario que necesita este país; tome las decisiones que Usted considere pertinente y que vayan a favorecer a todos los dominicanos por igual; estamos conscientes que el poder es para ejercerlo y Usted ha dado, demostraciones palpables de cómo hacerlo bien; sin abuso, sin estridencia, sin maldad, sin travesuras, sin favoritismo; sabiendo eso, proceda y acabe con tanta mojigangas de aquellos que viven opinando y criticándolo todo, pensando solamente en sus propios intereses y en su partido.

Si usted quiere construir el tren subterráneo, hágalo; si considera factible la Isla, proceda, que los criticones son los mismo que se oponían cuando Balaguer decidió hacer la Avenida 27 de Febrero, La Luperón, la Rómulo Betancourt, la Sarasota, la Núñez de Cáceres, la Presa de Taveras, La Presa de Valdesia, en fin todo.

Escúchelo pero no los oiga que son los mismos necios de siempre.

Para terminar solicitarle, respetuosamente, que designe el Estadio Quisqueya con el nombre de Juan Marichal que se lo merece, porque ese es un auténtico dominicano, nacido y criado en este País, de origen humilde y luchó contra vientos y mareas, para llegar donde llegó, asombrando al mundo con sus hazañas como pelotero que le dio brillo a ese deporte dentro y fuera de nuestro país.

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