La apatía marca la visita del papa Benedicto XVI al Reino Unido

La apatía marca la visita del papa Benedicto XVI al Reino Unido

Londres, (EFE).- La visita que inicia el jueves Benedicto XVI al Reino Unido, la primera de Estado de un Pontífice desde que Enrique VIII repudiara la jurisdicción papal en 1534, no suscita entusiasmo entre los británicos, aún escandalizados por el alcance de los abusos sexuales a menores de curas pederastas católicos.

A diferencia de la euforia que generó la visita pastoral que hizo el papa Juan Pablo II en 1982 -cuando el Reino Unido estaba en guerra con Argentina por la soberanía de las islas Malvinas-, la apatía es la tónica general del viaje de Benedicto XVI a este país, donde hay algo más de cinco millones de católicos.

Según un reciente sondeo hecho por la firma Populus para el diario “The Times”, apenas un 14 por ciento de los británicos está a favor de la presencia del Santo Padre en territorio anglicano, sin importar el gasto que la visita genere en momentos de crisis.

Populus, que entrevistó a 1.508 adultos en el país entre el 10 y el 12 de septiembre, indica además que el 83 por ciento de los consultados considera que la Iglesia Católica ha sido “deshonesta» sobre el caso de los abusos sexuales, como fue en Irlanda.

Apenas un diez por ciento opinó que la Iglesia fue “sincera” al abordar la controversia, surgida también en otros países.

La falta de interés se puede palpar en la calle, ya que, a diferencia de otros viajes del Papa en otros países, no se ven en el Reino Unido adornos con banderas del Vaticano o fotografías del Pontífice en las tiendas de las principales ciudades.

Lo único que recuerda al ciudadano de a pie que el Santo Padre estará aquí es la advertencia a los automovilistas -a través de los carteles electrónicos que hay en las carreteras- de congestión de tráfico y calles cerradas en Londres por la visita papal.

Además, miles de entradas para asistir a los diversos actos del Papa siguen sin venderse, como es el caso de la misa al aire libre en el parque de Bellahouston, en Glasgow (Escocia) del jueves.

Las diócesis de Inglaterra y Gales también han informado de miles de lugares vacantes para la vigilia del sábado en el Hyde Park de Londres y la misa del domingo en Birmingham (centro inglés) para la beatificación del cardenal John Henry Newman.

Según el coordinador del evento en Birmingham, Jack Valero, al acto asistirán 50.000 de las 60.000 personas que se esperaban, cada una de las cuales habrá pagado 25 libras (unos 30 euros) y recibido a cambio un “pasaporte del peregrino».

Ante la falta de gente, el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, ha tenido que escribir a las escuelas católicas de Londres para pedirles que lleven a sus alumnos al evento en Hyde Park.

Además, el 57 por ciento de los consultados por la firma Populus afirmó no estar de acuerdo con que el contribuyente tenga que hacerse cargo de los gastos que generará la visita papal.

El coste se calcula en 22 millones de libras (unos 25 millones de euros), una cantidad que no incluye el gasto que generará la seguridad, según las últimas estimaciones, que salen a la luz cinco semanas antes de que el Gobierno británico dé a conocer detalles de los fuertes recortes del gasto público.

En los últimos meses y mientras las autoridades preparaban la visita, los británicos reaccionaron con horror al conocerse los detalles de los abusos a menores de curas pederastas.

Un grupo de víctimas de abusos ha pedido al Papa que responda al escándalo con “hechos y no palabras».

Las víctimas, representadas por la asociación “Supervivientes de abusos sexuales del clero”, han recopilado en un libro sus mensajes personales e intentarán entregárselo al Pontífice durante los actos previstos en Inglaterra y Escocia, ya que sus peticiones para reunirse con él aún no han prosperado. EFE

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