Apnea es un término que define la ausencia de respiración. El Síndrome de Apnea del Sueño es un trastorno que afecta hasta un 20 % de la población general, produce somnolencia diurna, dolores de cabeza, dificultad de concentración, sensación de irritabilidad o depresión.
Entre los múltiples trastornos que pueden afectar el sueño, uno de los más frecuentes es el Síndrome de Apnea Obstructiva, problema que es subestimado, y sumamente peligroso para la salud de las personas que lo padecen.
La apnea del sueño, produce pausas respiratorias, que pueden llegar a tener una duración de más de 10 segundos y repetirse en un número mínimo de 5 veces hasta decenas de veces por hora (con retorno espontáneo a la normalidad). Estas pausas respiratorias, generalmente finalizan por un gran ronquido o por un sonido similar a cuando la persona se atraganta.
Los pacientes con mayor riesgo de padecer esta condición son personas que roncan, con sobrepeso u obesidad, con antecedentes familiares de apnea, con disminución del tamaño de las vías respiratorias a nivel de la nariz, boca o garganta por razones estructurales y/o alérgicas. El riesgo aumenta con la edad y en los hombres, aunque puede ocurrir también en niños y mujeres.
El doctor José R. Cabrera, Neurólogo–Neurofisiólogo, certificado en la Universidad D’Aix Marseille II, afirma que el diagnóstico definitivo de este trastorno se hace a través de un estudio llamado polisomnografía. “Este estudio consiste en el registro simultáneo, nocturno de múltiples parámetros como son la actividad cerebral, los movimientos oculares, la frecuencia cardíaca, la cantidad de oxigeno en la sangre, el flujo de aire durante la respiración, los ronquidos, los movimientos respiratorios de tórax y abdomen, y los cambios de posición del paciente”, explica.
Síntomas. Este trastorno presenta síntomas variados, siendo los más evidentes los que ocurren durante el día, porque los pacientes pueden sentirlo y expresarlo.
Dichos síntomas son: somnolencia, dolores de cabeza en las mañanas, dificultad de concentración, problemas de memoria o aprendizaje, sensación de irritabilidad o depresión, sensación de cansancio matinal o de sueño no reparador. También, puede dormirse fácilmente al estar inactivo, ya sea sentado, viendo la televisión, en una sala de espera o conduciendo un vehículo.
Otras manifestaciones ocurren durante la noche, y representan una alerta para la familia, no así para el paciente, quien las desconoce la mayoría de las veces. Generalmente, los detecta las personas que duermen con el paciente. Estos son ronquidos, pausas respiratorias y movimientos involuntarios durante el sueño o sueño intranquilo.