La arquitectura, una profesión vocacional, liberal, glamurosa, que mezcla el arte y la técnica, se beneficia con la aparición de los nuevos materiales.
Y es que los nuevos materiales para la construcción son especialmente diseñados para resistir ciertos factores externos (ciclones, terremotos) o climáticos de la región, como exceso de humedad y altas temperaturas.
Muchos de ellos han sido creados para ser más amigables con el medio ambiente, logrando lo que conocemos como arquitectura verde.
Según explica la arquitecta Luisa Alcántara, gerente de Proyectos de Cielos Acústicos, entre los materiales más utilizados hoy en día para aislar el calor podemos mencionar para el exterior: el aluminio, el vidrio, el hormigón aligerado, y el “foam”, mientras que para el interior: el “sheetrock” o planchas de yeso, los plafones acústicos y los pisos sintéticos.
El “foam”. En ciertos sistemas de construcción trabaja como elemento de bloqueo de las ondas de calor, y se usa para estos fines en recubrimiento de paredes y techos.
El aluminio. Actúa por reflexión de las ondas de calor hacia el exterior, impidiendo su paso hacia el interior de las edificaciones. Es usado también hacia el interior para mantener temperaturas graduadas. También “la fibra mineral y de vidrio funcionan absorbiendo el calor que entra a las áreas”, explica la arquitecta, quien dice que todos estos materiales garantizan maximizar la eficiencia de los equipos de climatización, lo cual provoca un descenso en el consumo eléctrico.