La artesanía criolla se reinventa y debilita venta de piezas foráneas

La artesanía criolla se reinventa y  debilita venta de piezas   foráneas

Punta Cana.
Las figuras taínas elaboradas por artesanos dominicanos hace años que ya no son las únicas que representan la identidad del pueblo dominicano. A estas representaciones se han unido otras figuras y diseños, gracias a la creatividad que han venido desarrollando nuestros trabajadores del barro, la cerámica, el ámbar, la jícara de coco, el larimar y otras materias primas utilizadas en la ejecución de este arte confeccionado a mano.
Gracias a esta innovación en la artesanía, a República Dominicana se está trayendo menos artesanía de otros países para satisfacer la demanda, gracias el crecimiento de la industria y el apoyo que ha encontrado en sectores como el turismo.
“Antes un macuto era solo para cargar víveres y mercancías de algún campesino, mientras que ahora es la cartera de cualquier empresaria, que las exhibe porque puede ver la belleza de esa pieza confeccionada que se combinó para que sea innovadora”, explicó Manuel Guillén, presidente de la Fundación de las Industrias Culturales y Creativas, quien fue el encargado de la muestra artesanal que se llevó a cabo en la Exposición Asonahores 2018.
Agregó que “antes era un simple macuto, pero vino un artesano nuestro y, a través de su creatividad, le dio un toque atractivo, enriqueciéndola”.
Dijo que la innovación en la industria ha sido en más de un 60 %, ya que los artesanos han introducido muchos elementos nuevos, gracias al empeño que han puesto en el trabajo, además de que han utilizado la tecnología a su favor.
“Gracias a la tecnología se puede encontrar mucha información para diseñar. Ahora, el mundo es una biblioteca virtual, lo que ha servido a nuestros artesanos para crear su arte”, explicó.
Dijo que la artesanía aporta, junto a otras actividades, un 25 % al Producto Interno Bruto (PIB), que se ha incrementado su exportación y que debido al crecimiento del sector, se puede afirmar que hay muchos artesanos que viven de sus trabajos.
Puso el ejemplo de la “muñeca sin rostro”, de la que se decía que era una representación de que los dominicanos no tenían una identidad propia porque son una mezcla de diversas culturas. Hoy ha variado en su vestido y otros elementos, y ha resultado ser bastante atractiva para los turistas, lo que es una muestra del éxito de la evolución en los diseños.

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