La Asamblea de la ONU y una galantería con la República Popular China

La Asamblea de la ONU y una galantería con la República Popular China

La economía se tambalea. Con Medina los ingresos siempre son menores que los gastos excesivos, provocando déficit o desahorro. No se generan ahorros internos para inversión en infraestructura. Danilo usa cuestionable endeudamiento para infraestructura y hasta para gastos corrientes. Toma préstamos nuevos y crecientes para pagar préstamos viejos. El repago no reduce la deuda sino que aumenta más cada año. Un círculo vicioso creado y magnificado por Medina que nos acerca a las debacles financieras de Grecia y Puerto Rico.
El Presidente sabe que su cuestionada magia gubernativa ya no puede basarse en trucos de Odebrecht y aparentemente ha rectificado su posición ante la República Popular China (RPC), procurando urgentemente fondos que Odebrecht no puede ofrecerle.
La Asamblea General de la ONU llamó la atención por el programado repudio en New York al Presidente y su retorno súbito, pasándose por alto una curiosa nota del MIREX titulada: “China interesada en ampliar comercio y cooperación con América Latina y el Caribe” y referida al intercambio de saludos entre el Ministro dominicano con el Ministro de Exteriores de la RPC, Wang Yi. Se agradeció a la RPC el apoyo a la candidatura dominicana al Consejo de Seguridad. El apretón de manos enviaría una lisonja o galantería a la RPC, para avanzar el proceso de establecer relaciones diplomáticas formales, y tener pleno acceso a cuantiosos y ambicionados fondos de solidaridad y cooperación internacional de la RPC.
Posteriormente la Honorable Fu Xinrong, de la Oficina de Desarrollo Comercial de la RPC anunció que empresas chinas invertirían 350 millones de dólares en un proyecto hidráulico multifuncional en el río Yuna, y 200 millones en viviendas modestas. Sería una transfusión sanguínea a un gobierno sediento de recursos que proclamó el 2016-2020 como “Cuatrienio del Agua”. Ya pasó más de la cuarta parte del período sin ningún resultado positivo, sólo con desaciertos. La ausencia de presas se manifiesta ahora con inundaciones y pronto seremos vulnerables a los efectos de la sequía recurrente.
Medina supondría que, faltando Odebrecht, la RPC es su única tabla de salvación inmediata, pero debe advertir que China ejecuta proyectos únicamente con diseños ingenieriles bien detallados y el cierre financiero, “financial closing” asegurado. Esto no ocurrió en Catalina.
Con las enseñanzas de Mao y Deng Xiaoping, la relación con la RPC no será “más de lo mismo”. No habría Contratos de Precio Abierto como en Catalina. La ética y las leyes de esa nación oriental no contemplan “Acuerdos de Lenidad Premiada”. Allá se aplica la pena capital a funcionarios públicos y ciudadanos privados condenados por actos de corrupción. La horca fue prohibida en el 2010, sustituida por otros métodos letales.
La cooperación de la RPC deberá ser recibida con dignidad y, sobre todo, con supervisión de la ciudadanía, para no repetir lo del 4%. Los fondos del 4% debieron dedicarse a la educación y formación de la juventud y a la capacitación y actualización de docentes, pero se desviaron para priorizar la construcción de aulas, con la secuela corrupción de la OISOE, ampliamente conocida.
Dentro de múltiples iniciativas, los dominicanos agradeceremos eternamente a Taiwán, República de China por proyectos claves como la Estación Experimental Arrocera de Juma, la siembra y aprovechamiento industrial del bambú y el 911. Seguiremos honrando nuestra mutua amistad.
Todo cambió. El guía mundial de las naciones democráticas, nuestro principal socio comercial y aliado geopolítico, estableció relaciones con la RPC en 1979. Hemos tardado casi 40 años, para emular esa pauta diplomática. Hoy la RPC es un poderoso minotauro adaptado a los nuevos tiempos, con un robusto cuerpo representando la búsqueda de la equidad socialista y una cabeza inteligente que aplica reglas y eficiencia del capitalismo.
Desechemos la arritmia histórica analizada por Bosch. Pongámonos al día. ¿Llegó la hora de formalizar relaciones diplomáticas con la RPC?

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