Clase media, pequeños burgueses pueden dinamizar protestas, marchas, ocupaciones de espacios públicos y hasta detonar una “Revolución” pero no tienen capacidad por vía del voto cambiar las estructuras políticas administrativas de esta sociedad.
La clase pobre, obreros, campesinos, chiriperos, indigentes, están sumergidos en solucionar sus problemas básicos existenciales.
No tienen iniciativas para organizar protestas, marchas ni para organizar movimientos “revolucionarios” si no son inducidos por la pequeña burguesía.
Pero sí tiene capacidad por cantidad de votos para imponerse en las elecciones porque son la gran mayoría, y su vulnerabilidad de sobre vivencia lo hace presa de la manipulación “clientelista” de los políticos, sobre todo de los que tienen el control de los diferentes estamentos de la administración de los recursos del Estado.
En estos tiempos en nuestro país la clase media con un reducido grupo de personas “pensantes”, se agrupan y organizan movimientos para tomar las calles y los espacios públicos, con el propósito de persuadir a la sociedad de sus propuestas de cambios, y hasta exhiben la idea de que no hay líderes mesiánicos que puedan capitalizar estos movimientos para su interés políticos personales, muy ingenuo de su parte.
Una muestra: El movimiento Podemos en España se inició hace unos años con la ocupación de una emblemática plaza pública de Madrid, fue asimilado positivamente por un amplio segmento de la sociedad y sus coordinadores acabaron convirtiéndolo en un partido político con propuestas muy contradictorias, y cobraron sus esfuerzos apoderándose del liderazgo de movimiento al punto que existe una rebatiña entre sus dos principales líderes, y el presidente se ha convertido en una especie de caudillo.
En nuestro país los principales y antiguos dirigentes del partido de gobierno PLD, están dotados de una apropiada formación política resultado de los “Círculos de Estudios” impuestos por el profesor Juan Bosch con la intención de construir una militancia disciplinada y capaz, que permitiera la dinámica de una plataforma partidaria sustentada en el “Centralismo Democrático”.
Y no hay dudas de que es así, por las habilidades que han mostrado para mantenerse en el poder por casi 20 años.
En la actualidad han abandonado el sistema de partidos de cuadros y del centralismo democrático ni se habla, y se han convertido en un partido de masas.
Los círculos de estudios han cesado, no puede haber tantas gentes inteligentes y preparadas para dirigir un país si no es en desmedro del pequeño grupo colegiado de dirigentes que controla totalmente las estructuras partidarias.
Son experimentados y genuinos activistas políticos con formación de la historia política. Lo que le permite la conceptualización pragmática de sus objetivos exitosamente alcanzados.
Los dirigentes del PLD han demostrado que saben calcular riesgos como un “trapecistas en un circo”. Y hasta ahora han tenido éxitos.
Ahora entiendo porqué su presidente, el Dr. Leonel Fernández, sentenció una vez que en este país la gente no sabía “conceptualizar”. Y trazó una agenda de permanencia en el poder hasta el 2040.
Toda las estrategias políticas de los dirigentes de este partido no son improvisadas, si no que están sustentadas en la observación de los éxitos y fracasos de los hechos en la historia política de otras sociedades.
A raíz de la denuncia que hizo de un dirigente y miembro del Comité Político del PLD, Felix Jiménez (Felucho) referente a las sobrevaluaciones de ODEBRECHT conversaba con un miembro y dirigente medio de ese partido, pero muy bien formado e informado.
Le comentaba el hecho de la situación embarazosa y riesgosa que en la actualidad confronta en términos políticos del Presidente Danilo Medina. Y la falta de iniciativa para que se transparentara las informaciones contundentes que permitiera de manera inmediata se señalaran a los corruptos y la justicia pudiera actuar. Y que el presidente quitara de encima la “espada de Damocles”, que pende cómo un fantasma que podría, como piensan algunos ilusos, colapsar con su gestión de gobierno.
Él me respondió con un análisis de la historia reciente:
Cuando en China se agotó el modelo de Mao Zedong y lo que fue luego la “Revolución Cultural”, el Partido Comunista Chino y sus dirigentes iniciaron las reformas económicas, no las reformas políticas y se preservaron como sistemas, hoy son una potencia económica.
En la Unión Soviética se agotó el modelo comunista estalinista, llegó la Perestroika con Mijail Gorbachov y se iniciaron simultáneamente las reformas políticas y económicas.
Según esta teoría el PLD apuesta a finaliza un reforma económica estructural para luego con los años hacer las reformas políticas.
Surge una pregunta: ¿Algunos de los altos cargo del “Politburó” del Partido Comunista de China se aprovechó para enriquecerse groseramente en este proceso de reformas económicas?
Es posible que si.