La austeridad, como la dieta ideal

La austeridad, como la dieta ideal

Cada día es igual. Nos vemos en el espejo y sentimos el mundo  en nuestra contra y, tras volver a mirarnos por todos lados, prometemos que hoy comenzaremos esa dieta que tanta falta nos hace para bajar esas libritas de más.

A mediodía, sin embargo, llega una  amiga del alma con ese bizcocho espectacular de chocolate que venden en la Cuchara de Madera y, con todo el dolor del alma, nos exponemos  a engordar una libra más: cómo rechazar algo que nos gusta tanto.

Mañana, lamentablemente, volveremos a sentirnos mal pero, como a veces la suerte no está de nuestro lado, seguramente  encontramos  que nuestra madrecita  nos ha cocinado alguno de nuestros platos favorito y volvemos a fallar.

Así, como la dieta que seguramente seguiré rompiendo antes de comenzar, está el presidente Leonel Fernández en torno a la famosa austeridad que prometió ya hace más de un mes pero aún no ha comenzado a aplicar.

Aunque hace días que Leonel no menciona la palabrita del momento, sus nombramientos demuestran que no hay intención de ahorrar. Con una sobredosis de subsecretarios en nómina, en Agricultura nos gastamos 20, en la de Juventud  12 y en Educación, que tenía 7, ahora 10. 

Como si eso  fuera insuficiente, también contamos con asesores palaciegos con categoría de secretarios de Estado: Manuel Crespo, en juventud; y Roberto Reyna, en educación superior. Que ambos me perdonen, es un vil ejercicio de demagogia que tenemos que pagar.  ¿De qué sirven  los secretarios de Juventud y Educación Superior?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas