La inseguridad  nos conduce  por caminos de emociones negativas, limitando  nuestro crecimiento personal y/o  profesional,  llevándonos a un malestar emocional.

No se nace seguro o inseguro.  Las experiencias vividas van marcando nuestros niveles de seguridad y autoconfianza,  por ende,  siempre podemos trabajar para sentirnos cada vez más seguros  de nosotros mismos.

La inseguridad se caracteriza por un complejo emocional, conductual o cognitivo,  que hace que la persona sienta  baja autoestima,  piense mal sobre sí  misma,  ponga en duda  sus capacidades y valore más sus defectos y  debilidades que sus virtudes y fortalezas.  

Esta autovaloración errónea lleva al ser humano a no creer en  sí mismo  ni en su potencial, llegando a mutilar sus sueños y  anhelos,  pues nunca se cree capaz o merecedor  de ellos, por tanto,  no trabaja  para alcanzarlos.

El miedo que engendra la inseguridad  puede frisarte, paralizarte o no  permitirte accionar por temor a fracasar o por pensar que no estarás a la altura de lo deseado, o peor aún,  por entender que no podrás realizar lo que  te propone. Esta vulnerabilidad te va llevando a la incertidumbre y a una valoración errónea sobre ti, incluso acerca de la vida misma.

Lo antes descrito te puede conducir  a una evasión de tus emociones, metas o acciones,  las cuales  no  enfrentas por temor a fracasar.

La  combinación de esas  emociones desadaptativas y pensamientos desajustados,  así como las percepciones erróneas sobre ti, van deteriorado  tu calidad de vida y  tu paz, incluso tus relaciones interpersonales. Aquí  radica la necesidad de buscar ayuda y de desarrollar  la autoconfianza.

La autoconfianza  más que una virtud es una  necesidad.   No puede haber correcta autoestima si no existe  autoconfianza.

 Debemos desarrollar la confianza en nosotros mismos para alcanzar nuestras metas, para poder relacionarnos correctamente con los demás  y sobre todo para tener una vida plena,  exitosa y feliz.

Como desarrollar la autoconfianza

• Conoce tus debilidades y fortalezas. Apóyate   en tus cualidades positiva y trabaja las áreas que debes mejorar,  sin olvidar que nadie es perfecto,  busca la excelencia no la perfección.

• Entiende que los   miedos son parte de la vida,  pero no deje que estos te paralicen. 

• ¡Avanza!  Los obstáculos son parte de la vida,  lo importante es continuar a pesar de su existencia.

• Trázate metas claras,  precisas y viables. Las metas irreales provocan frustración y laceran la autoconfianza.  

•  Elimina los pensamientos negativos, esto solo te llenarán de inseguridades e incertidumbre que frenarán  tus  acciones. 

• Recuerda que eres único, inigualable e irrepetible, busca ser mejor cada día, pero acepta lo que no puedes cambiar y trabaja en lo que sí.

• Aprende de los errores,  estos  sirven como experiencias de vida, las cuales debemos  utilizar para crecer.

•  Trabaja tu imagen física, tu presencia y tu personalidad,  según el estilo que te guste y te haga sentir  cómodo.

• Aprende a  desarrollar una comunicación asertiva y efectiva.

• Mide los riesgos, evita las equivocaciones,   pero entiende que el que no se arriesga no gana. ¡Acciona!

•  Vive el presente y  acepta el pasado para que puedas disfrutar de un mejor futuro.