La autoestima del dominicano

La autoestima del dominicano

He dicho repetidamente que los dominicanos estamos peor de la salud mental. Algunos defensores de la “percepción” se molestaron cuando dije a los medios “la sociedad dominicana está de psiquiatra”. Los optimistas con prótesis en el espíritu, les cuesta creer el femicidio de ocho mujeres en una semana, -no son tantas-. Que el dominicano anda paranoico y suspicaz en la calle; pendiente de que le atraquen o le roben, -no es para tanto-. Ni hablar del uso de niños y adolescentes en la prostitución infantil; del embarazo de adolescentes, del uso y abuso de droga en jóvenes, y de miles de dominicanos que han asumido un estilo de vida irresponsable, sin consecuencia y de actitudes negativas y no se ponen límites. Vivimos y respiramos lo incorrecto, la corrupción y el lavado de títulos, del tráfico de medicamentos falsificados; de armas de fuegos y de trata de personas y dormirnos tranquilos sabiendo que personas inocentes pagarán con sus vidas debido a la permisividad y la complicidad de unos pocos.

Ahora reflexiono sobre la autoestima del dominicano: es baja o alta. Si describimos la autoestima como la relación sana que usted tiene acerca de sí mismo. ¿Cómo se acepta, cómo se valora, cómo se quiere, se respeta y se considera? Esa valoración personal que se ha construido durante su desarrollo y que debe ser reforzada con el auto-concepto, la auto-aceptación, la auto-confianza y la auto-determinación en una persona o grupo social, habla de la autoestima.

Una sociedad se permite construir su propia valoración social, a través de procesos que le refuercen la dignidad, las virtudes, los valores y la voluntad, a fuerza de invertir en la salud, educación, empleo decente, equidad y distribución justa; con un Estado de derecho donde la gente sienta que le cuidan, le aman, le consideran y le defienden. Pero los dominicanos hemos perdido la auto-confianza, como grupo social. ¿De qué depende el desarrollo y el logro de objetivo de la mayoría?

La auto-confianza es la clave para luchar y lograr propósitos, objetivos, metas y sueños, a través de la confianza que poseo como persona y como grupo. Sin embargo, la auto-aceptación es la capacidad de aceptarse y reconocerse sin criticas y sin arrogancia, donde se aceptan las limitaciones, los miedos, los prejuicios y las trampas personales, pero no se temen en tener que cambiar, pero siempre valorando los beneficios de la auto-aceptación.

Cuando se tiene la autoestima baja, se elije mal: a malos políticos, a malas parejas, a malos amigos, a malos espacios etc. Pero también, la baja autoestima lleva al agotamiento social, a la aceptación y la resignación de que las cosas y los actores sociales siempre sean los mismos. Eso explica la baja auto-determinación, donde existe una falta de valor en parar, detener o abandonar un proceso, un partido, o una pareja o amigo de alto riesgo y de conducta perversa que lleve al daño. Pregunto ¿Los dominicanos tienen baja autoestima? ¿Como colectivo social nos comportamos con baja autoestima y bajo auto-concepto? Aceptamos un transporte deficiente y abandonado; Un modelo de salud excluyente y sin calidad ni calidez.

Aceptamos un Congreso que nos enseña a hacer lo incorrecto y unas administradoras de los fondos de pensiones que ganan demasiado, y unos trabajadores que mueren en la indigencia. La psicología de la baja autoestima habla de una sociedad pateada y atrasada de forma recurrente que ha construido un pensamiento y unas emociones negativas. La mentalidad del dominicano y su comportamiento social ha sido conservador, sumiso, de baja autoestima, que responde sin auto determinación y acepta repetir las mismas conductas y los mismos comportamientos sin crítica social y sin valores asumidos, y todo esto se traduce en la baja autoestima del ser social dominicano.

 

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