La avalancha sin precedentes de decretos de Biden (y por qué genera polémica)

La avalancha sin precedentes de decretos de Biden (y por qué genera polémica)

Al firmar una serie de órdenes contra el cambio climático esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo algo al pasar: «No es momento de medidas pequeñas; tenemos que ser audaces».

La frase refleja más que una actitud ante el reto específico del medio ambiente y bien podría resumir el espíritu con que Biden ha encarado sus primeros 10 días en la Casa Blanca, con un vértigo llamativo.

Desde que asumió el cargo el 20 de enero, el presidente emitió una insólita cantidad de decretos en diversas áreas que considera prioritarias, desde el coronavirus a la economía, desde la inmigración a la igualdad racial.

Su objetivo, según expertos, trasciende un afán de enterrar símbolos y políticas de su antecesor, Donald Trump.

Biden parece además resuelto a aprovechar la sensación de desamparo que existe en un EE.UU. golpeado por diferentes crisis simultáneas y dividido, para impulsar una agenda ambiciosa.

«Hay esa sensación de luna de miel», señala Lynn Ross, una profesora de política pública en la Universidad de Georgetown que trabajó durante años en el gobierno de EE.UU., incluida la Oficina Ejecutiva del presidente.

«Es inteligente que (Biden) empiece a trabajar haciendo todo lo que pueda, lo más rápido posible», dice Ross a BBC Mundo.

Sin embargo, la prisa del nuevo presidente comienza a generar críticas de la oposición y plantea una pregunta: ¿por cuánto tiempo mantendrá el ritmo?

«No hay precedentes»

Sólo durante su primera semana en la Casa Blanca, Biden firmó 21 órdenes ejecutivas, según Federal Register, una publicación oficial del gobierno.

Esto ya es más que la suma de órdenes ejecutivas que emitieron en su primera semana de mandato los anteriores cuatro presidentes de EE.UU., desde Bill Clinton en 1994 hasta Trump.

Si a la lista de Biden se añaden otras acciones ejecutivas que firmó, el total ya supera las 40.

«No hay precedentes (de esto) en la historia de EE.UU.: incluso Franklin Rosevelt, que emitió más de 3.700 órdenes ejecutivas en poco más de tres mandatos, apenas emitió un puñado en sus primeros 10 días», dice Allan Lichtman, un profesor de historia en la American University de Washington, a BBC Mundo.

Buena parte de las medidas de Biden han buscado revertir decisiones adoptadas por su predecesor.

Por ejemplo, el presidente ordenó que EE.UU. vuelva al acuerdo de París contra el cambio climático y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), reforzó un programa que protege de deportación a inmigrantes que llegaron al país siendo niños (conocidos como dreamers), y acabó con la veda al ingreso de personas transgénero en las fuerzas armadas, todo esto a contramano de decisiones de Trump.

Biden también detuvo la construcción y financiamiento del muro fronterizo con México que impulsaba su antecesor y buscó expandir el acceso a la atención médica (aborto incluido) para «deshacer el daño que hizo Trump», quien a su vez quería derrumbar la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama.

Pero en otros casos, las acciones de Biden tienen poco que ver con desmantelar medidas de Trump y buscan más bien llenar lo que considera vacíos del gobierno.

Por ejemplo, el presidente creó un puesto de coordinador de la respuesta gubernamental al COVID-19 y obligó al uso de mascarillas en propiedad federal, ordenó expandir los programas de ayuda alimentaria, y colocó la lucha contra el cambio climático en el ámbito de la seguridad nacional.

Biden pidió además un esfuerzo en todas las agencias del gobierno para acabar con el «racismo sistémico», con informes sobre el nivel de equidad en su personal y planes para favorecer la igualdad de oportunidades.

El presidente adoptó todas esas medidas usando su autoridad, sin tener que recurrir al Capitolio.

Y, en paralelo, Biden propuso al Congreso un paquete de alivio económico y sanitario por US$1,9 billones ante la pandemia, así como una reforma migratoria que abra el camino a la ciudadanía a 11 millones de personas que viven sin papeles en EE.UU.

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