POR YULY ARROYO
La bachata es un género trovador, una trova más contemporánea que la que interpretó Juan Lockward, Chencho Pereyra y los demás exponentes de finales del siglo pasado e inicio de éste, así lo manifestaron Sonia Silvestre y Luis Días al exponer sobre el ritmo que, contrario a sus pronósticos, se ha paseado el mundo entero, llegando a lugares y públicos que ni se imaginaba iban a consumir esta música como está sucediendo.

La artista dominicana que una vez incursionó en este género con gran éxito, explicó que le llaman trova porque la canción es generalmente compuesta e interpretada por la misma persona y utilizando casi siempre como instrumento una guitarra. Además, fue y sigue siendo una especie de crónica donde se cuenta un hecho generalmente relacionado con el amor o el despecho.

Sonia Silvestre y Luis Días también coincidieron al afirmar que la bachata tiene sus orígenes en el folclor rural y urbano de nuestro país y que comenzó a identificarse como género en sí a partir de los años 50. José Manuel Calderón, Rafael Encarnación, Leonardo Paniagua y Luis Segura, fueron los primeros exponentes ya como género musical.

Silvestre, quien grabó «El Guachimán», una especie de bachata fusionada con otros ritmos, muy al estilo de Luis Días, cuenta que conversando sobre los orígenes del ritmo con Luis Segura (El añoñaito), le expuso que ellos lo que querían hacer era bolero ya que estaban influenciados por las rancheras, los vals peruanos, que era la música que se escuchaba en aquel entonces, además de la trova cubana interpretada por Víctor Garay y Palmarito, y de Puerto Rico escuchaban a Los Compadres, Los Panchos, El Gibarito de Lares, Olimpo Cárdenas y Paquitín Soto, quienes de una forma u otra influyeron para que los intérpretes criollos desencadenaran sin darse cuenta en el ritmo que se le llamó canción de amargue y finalmente bachata.

El músico y arreglista dominicano Luis Días coincidió con Sonia al expresar que cuando surgen los primeros exponentes, hacían presentaciones muy particulares y personales a quien les pidiera cantar un tema de amargue y que a cambio recibían dinero, siendo así un oficio cada día más lucrativo.

«En aquel entonces se cantaba acompañado de instrumentos como la tambora, la marimba, güira, maraca, guitarra, tumbadoras y hasta dos cucharas. De allí surge lo que es hoy la bachata», explicaron Silvestre y Días.

Basándose en su experiencia musical e interpretativa, Días afirma que la bachata empieza a distinguirse de los demás estilos del momento como fueron la guaracha, guajira, son y merengue típico, apoyada en los interesados que cada vez fueron más en crear estilos diversos que gustaban por su ritmo.

Aunque reconoce que en sus inicios era un ritmo muy simple en música y letra, cuando comenzó a escucharse en la afamada Radio Guarachita y otras emisoras del momento, sus intérpretes fueron puliéndola hasta llegar a las canciones de Luis Segura, quien compuso temas más trabajados, bien acabados musicalmente hablando y dirigidos a un público más selecto.

Blas Durán, Anthony Santos, Luis Vargas y Frank Reyes es otra generación que imprime otro tono a la bachata y la internacionaliza abriendo paso a intérpretes como Aventura, Monchy & Alexandra, Elvis Martínez, entre otros.

Al Luis Días incursionar en el género, tenía como objetivo claro su internacionalización. Su bachata la alimentó no solo del folclor dominicano y del merengue, también de la salsa, el rock, el limbo y otras variantes de la música bailable del Caribe, que al ser interpretadas con modernos instrumentos electrónicos y hasta con batería, han hecho que a la nueva bachata se le denomine tecno bachata.

Sonia Silvestre y Luis Días participaron en la tertulia semanal «Jueves de la República» organizada por la Biblioteca República Dominicana, bajo la dirección de Juan Freddy Armando.