Un estudio actualizado hasta el 2006 por el Fondo para el Financiamiento de la Microempresa (Fondomicro), reveló que  la atención de las entidades financiera formales hacia el sector de la micro y pequeña empresa se incrementó considerablemente del 2000 al 2005, convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento de los pequeños empresarios.

En el año 2000 los recursos que obtuvieron los micro empresarios de los bancos sólo alcanzaban 5.4%, mientras que para el 2005 se habían duplicado a 10.3%.

Sin embargo, esa misma investigación determinó que las pequeñas empresas estuvieron más limitadas para acceder a financiamientos que las micros.  Sólo el 22% de los propietarios de negocios con más de 11 trabajadores pudieron obtener financiamiento para sus operaciones.  De aquellos que obtuvieron crédito, un 14.8% tuvo que hacerlo a través de un banco o de una financiera, y un 7.1% recurrió a dinero de prestamistas.

En cambio, los propietarios de micro empresas tuvieron la ventaja de contar con más alternativas para financiarse.  En su conjunto, el 29.5% de los negocios de hasta 10 trabajadores consiguió dinero en efectivo para mantener sus negocios.

   Llama poderosamente la atención que el 9.9% pudo acceder a recursos de instituciones financieras formales, lo que indica la penetración de los bancos en este sector, como parte de su estrategia de bajar hacia nichos de mercados que no eran atendidos por las entidades bancarias convencionales.