La bandera de la integración latinoamericana

La bandera de la integración latinoamericana

POR ISAOLYM MIESES
“Más que un problema financiero, la deuda externa es un mecanismo de saqueo que consolida la dependencia y el subdesarrollo. Forma parte de una estrategia de dominación más amplia que incluye a los tratados de libre comercio, la militarización y la criminalización de la pobreza y la protesta”. Esta es una de las reflexiones que expresan el espíritu del “VI Foro Social” celebrado recientemente en Caracas, Venezuela.

La delegación de 112 dominicanos y dominicanas participantes en el encuentro internacional, regresaron con las mochilas hinchadas de esperanzas y las palabras florecidas, con la certeza de que “un mundo mejor es posible”.

Con la intención de conocer más de cerca algunos detalles de este evento, HOY conversó con los dirigentes políticos Iván Rodríguez, integrante de la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y presidente del Partido de los Trabajadores Dominicanos, y con Manuel Joaquín Colón, profesor de economía, miembro de la Dirección Nacional de la Fuerza de la Revolución.

Asimismo, con la nominada al Premio Nobel de la Paz, Juana Ferrer Paredes, coordinadora general de la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA) y coordinadora de la Comisión Internacional de Mujeres de Vía Campesina.

Rodríguez regresó del foro con la convicción de que hoy hay una respuesta a la “imposición que los Estados Unidos han hecho con respecto al neoliberalismo”.

“En este sentido se ha levantado la propuesta de la Alternativa Bolivariana de las Américas. Es indudable que los pueblos de América Latina y el Caribe puedan ayudarse mutuamente para desarrollar sus economías”.

Explicó  que esta propuesta de integración se ha construido como una alternativa al ALCA.

 “Mientras el ALCA responde a los intereses del capital transnacional y persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones, el ALCA pone el énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social y, por lo tanto, expresa los intereses de los pueblos latinoamericanos”.

Rodríguez tiene fe en los pasos que se están dando en América del Sur como una forma de enfrentar “la política de saqueo de las riquezas”.

En ese sentido dice que se está hablando de la constitución de un banco como alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Este banco podrá contribuir con préstamos al desarrollo de los países de la región.

“Esto es lo que tiene muy preocupado a los dirigentes norteamericanos, porque esta actitud de los pueblos no sólo se manifestó en el foro, sino que, arrolladoramente va ganando espacio. En Uruguay, Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y ahora Bolivia se han despertado y han creado un gran estímulo a los pueblos, demostrando que sí es posible derribar al imperio”.

Globalización y retroceso

En tanto, Colón destaca que una de las cosas más notorias que hay con relación a la situación económica de América Latina ha sido la experiencia de la globalización neoliberal, que se expresa en la represión económica y la marginalidad.

 “Está demostrado que dondequiera que se han instalado regímenes de esta naturaleza ha habido retroceso y ha habido inconvenientes para seguir hacia adelante en el proceso de desarrollo”.

Explica que esta presencia de la globalización en América Latina se expresa a través del dominio de los procesos productivos, del control de las riquezas de los países, del intercambio comercial desigual, así como de la acentuación del proceso de la deuda y de los procesos tecnológicos.

“Como consecuencia de esa globalización, los Estados Unidos han estado imponiendo en América Latina los llamados TLCs o tratados de libre comercio. Comenzaron con México, luego siguieron con  Centro América y, después del 1994, se inventaron el ALCA, para tener el control total del comercio de América Latina, para que fueran una especie de patio trasero”.

Relata que tras el fracaso del ALCA, los Estados Unidos han ideado la fórmula de hacer acuerdos bilaterales con los diferentes países.

 Ahí entra el DR-CAFTA donde República Dominicana, dice, está con unas supuestas ventajas de acceso al mercado, de acuerdos comunes de inversión, de incremento de la competitividad.

“Pero, señores, ¿Cómo vamos a poder ser competitivos cuando tenemos una falta de capitales, una obsolescencia tecnológica impresionante, cuando precisamente en las políticas económicas implementadas se ha hecho caso omiso de lo que es el sector productivo nacional, como es el sector manufacturero, la agricultura, los proyectos energéticos?”.

Explica que lo que pretende el TLC es dar paso a un sistema en el que predominan los servicios sobre la economía, los cuales no generan riquezas materiales y donde todas las ganancias producidas en materia de la comunicación, turismo y el comercio se distribuyen entre unos pocos. “Así no se puede estar hablando de niveles de competitividad, ni mucho menos. Este es un acuerdo que, a todas luces, lo que va a hacer es atentar contra el sector productivo nacional y contra el desarrollo de la República Dominicana”.

En lo relativo a la deuda, entiende que esta se hace cada vez más grande y junto con ella los niveles de pobreza.

 “En el Continente ya hay más de 127 millones de pobres, según datos del año 2002, fruto de un fardo pesado de la deuda que afecta a la mayor parte de los países de América Latina, la explotación de nuestras riquezas transnacionales, unas maquiladoras que usan mano de obra barata. Todo esto es parte de lo que agrava la situación”.

En tanto,  Ferrer (Negrita), vino del foro con la sensación de haber vivido una experiencia agradable e informativa sobre el sentimiento que hay en América Latina y en el mundo, respecto de las demandas que tienen que ver con los procesos de auto determinación, soberanía, libertad y la independencia que faltan por conquistar en estos pueblos.

TLC vs agricultura familiar

Ferrer, coordinadora general de la CONAMUCA, participó en el foro con un discurso en el que hizo énfasis en la necesidad de la unidad del movimiento social y de los pueblos del mundo, para enfrentar la agresividad del modelo neoliberal que destruye nuestra cultura, recursos y vida.

Cuenta Negrita que uno de los puntos de mayor discusión en el foro fue el de la reforma agraria, que vuelve a la mesa de los organismos internacionales.

 “Este es un debate que también mantenemos las organizaciones campesinas. Nosotros aspiramos y luchamos por una reforma agraria integral y verdadera, que no sólo entregue la tierra a las campesinas y los campesinos, sino también que garantice la soberanía alimentaria, que proteja los recursos naturales y la biodiversidad y que permita a las campesinas y los campesinos producir los alimentos necesarios para vivir y decidir también los productos que queremos producir para el consumo de la familia”.

Estamos en contra de la política de organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la OMC, que regulan el estado de la tierra, que obligan a los campesinos a vender sus tierras.

 “Las tierras a las que tenemos acceso no son las mejores, las mejores están en manos de las grandes empresas transnacionales dedicadas al agronegocio, a la instalación de grandes complejos turísticos, aún a costa del deterioro de los recursos naturales”.

La dirigente campesina concluye advirtiendo que los tratados, no son tratados, son imposiciones a los países más pobres

“Más que favorecer la vida y el desarrollo de las comunidades, son imposiciones que destruyen la economía, la forma de producir, consumir y vivir de la población. Con el TLC, la agricultura familiar dejaría de existir y de hecho, las mujeres somos las más afectadas porque disminuye nuestra calidad de vida en términos económicos, sociales y emocionales”.

Alternativas propuestas

El “Foro Social Mundial Caracas 2006” cerró el 29 de enero, después de cinco días de debates, reflexiones e intercambios entre distintas culturas. Contó con la participación de alrededor de 80,000 participantes que compartieron en unas 2,000 actividades.

Según su propia proclama, este proceso “estimula a las entidades y movimientos participantes a que coloquen sus acciones locales y nacionales junto a las instancias internacionales, como cuestiones de ciudadanía planetaria, introduciendo en la agenda global las prácticas transformadoras que estén vivenciando para la construcción de un nuevo mundo más solidario”.

Los ejes de esta conferencia fueron poder, política y luchas por la emancipación social. Recursos y derechos; para la vida: alternativas al modelo civilizador, depredador; Estrategias imperiales y resistencias de los pueblos; Diversidades, identidades y cosmovisiones en movimiento; Trabajo, explotación y reproducción de la vida; Comunicación, culturas y educación: dinámicas y alternativas democratizadoras.

“Es un espacio abierto de encuentro para intensificar la reflexión, realizar un debate democrático de ideas, elaborar propuestas, establecer un libre intercambio de experiencias y articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y también empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de éstos con la Tierra”.

Según explica su carta de intenciones, las alternativas propuestas en el Foro Social Mundial se contraponen a un proceso de globalización, “comandado por las grandes corporaciones multinacionales y por los gobiernos e instituciones que sirven a sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales”.

“Estas alternativas surgidas en el seno del foro tienen como meta consolidar una globalización solidaria que, como una nueva etapa en la historia del mundo, respete a los derechos humanos universales, a todos los ciudadanos y ciudadanas de todas las naciones y al medio ambiente, apoyándose en sistemas e instituciones internacionales democráticas que estén al servicio de la justicia social, de la igualdad y de la soberanía de los pueblos”.

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