La Barrick… GOoool!

La Barrick… GOoool!

El acuerdo negociado entre la Barrick Gold y el Gobierno del Presidente Medina ha terminado en una aceptación general, salvo ciertas reservas. Todos parecen estar contestes de que “el mejor pleito es el que no se echa.” Los abogados  aconsejan “mejor un mal arreglo que un buen pleito”, temerosos de la falibilidad de la justicia y su alto costo “¿Qué pueden hacer las leyes donde solo reina el dinero y donde la pobreza nunca logra triunfar”? (Petronio, “Satiricón”) 

Después del grito de guerra: “Inaceptable” y la reacción de la Barrick y su estado mayor, habló la prudencia: “Se debe ser eminentemente práctico, un saber que permita sobrevivir y contar con buenos colaboradores para evitar el asedio de otros. No hay que triunfar sobre el jefe.”(Gracián). Frente a un contrato leonino, grosero, altamente perjudicial para la salud y el bienestar del pueblo dominicano se pudo lograr mayores ventajas; en cambio, se evitó  el albur de un arbitraje que ignore la aplicación de la clausula “Rebus Sic Stantibus” y la Constitución dominicana, y favorezca el infame contrato, “Pacta Sun Servanda”, aprobado irresponsablemente por el Congreso Nacional.

El pueblo quedó complacido con el esfuerzo del Presidente de quitarse una tachuela molesta de sus zapatos. Los negociadores del gobierno, algunos comprometidos con el desastre de su jefe anterior, hicieron lo necesario, lo que entendieron  podía hacerse en las actuales circunstancias. “Queda pendiente que el Ministerio de Medio Ambiente asuma con la responsabilidad debida el monitoreo de las aguas del río Maguaca, donde drenan las filtraciones de la presa del Llagal depositario de los residuos mineros, como también monitorear la calidad del aire, pues es posible que los gases que van al ambiente pudieran producir lluvias ácidas, como acertadamente apuntara el Lic. Milcíades Mejía, Presidente de la Academia de Ciencias, consultora, por Decreto Presidencial, del Poder Ejecutivo y del Senado en materia de su competencia.

En igual dirección, Participación Ciudadana, al saludar la renegociación del acuerdo, reclama al Congreso Nacional “cumplir con su papel en forma responsable ya que el resultado de esa nueva situación debe impactar en las clases más necesitadas y en el sector mayormente afectado: el medio ambiente,” al tiempo de recordarle al hoy Presidente de la República, el Protocolo 16, suscrito por él en campaña, “por la transparencia y la institucionalidad, el cual procura mayor transparencia en los contratos de exploración y de explotación de las empresas mineras y la rendición de cuentas sobre el uso y control de los ingresos fiscales provenientes de ese sector.”

El juego sigue, no  ha terminado. Falta saber lo mejor: cómo termina. Cómo garantizar que la explotación minera de Pueblo Viejo y el destino de los recursos captados por el Gobierno efectivamente contribuyan a reducir la pobreza, y al necesario  bienestar y  desarrollo sostenible de la nación, lo que viene a ser responsabilidad de la sociedad, no sólo del gobierno, de todo ciudadano.

Actuando con firmeza y persuasión, elevando el nivel de presión imprescindible, podremos salir airosos de esta confrontación, como lo hizo la Barrick a quien hay que reconocerle que se anotó  un gol de oro.   

Publicaciones Relacionadas

Más leídas