Gobierno debe encarar problema de la basura junto con las alcaldías
El sábado 5 de junio, el Ministerio de Medio Ambiente publicó un encarte en el diario HOY, donde expuso sus logros, que son: el fortalecimiento de la restauración ecológica para preservar los ecosistemas; los programas de educación ambiental; las cinco acciones en favor del recurso agua; el relanzamiento del sistema nacional de áreas protegidas; el rescate de 596 ejemplares de flora y fauna; los $72 millones en autorizaciones ambientales aprobadas y que este año proyecta plantar 14.8 millones de árboles. Sin dejar de mostrar la semblanza y heroicidad de tres bomberos forestales.
Sin embargo, en el interesante documento no aparece ningún programa o proyecto destinado a enfrentar el agudo problema del manejo de los residuos sólidos municipales (RSM), ni tampoco el rescate de las cañadas urbanas que son depósitos de RSM que terminan convirtiendo los ríos en albañales.
Se podría alegar que el manejo de estos desperdicios corre a cargo de las autoridades municipales, empero el ministerio tiene como función preservar la salud pública y proteger el medio ambiente.
El mundo entero ha puesto énfasis en el problema de la basura, concomitantemente con el abastecimiento del agua potable. La implantación de un sistema de Manejo Integral de los RSM es la mejor alternativa para atender juiciosamente la problemática.
Los métodos de manejo de los RSM son: tirarlos y enterrarlos, quemarlos, reciclarlos para producir energía y minimizarlos reduciendo el volumen original de la basura. No existe un método universal. El éxito de un sistema dependerá de la experiencia, los conocimientos y la dedicación.
Es loable el reciclaje que ejecutan los municipios SAJOMA y La Placeta. En muchos países personas emprendedoras y compañías han practicado el reciclaje por siglos.
La incineración es una forma de reducir los flujos de RSM, produciendo energía. El riesgo ambiental de las emisiones de contaminación del aire se controla con la moderna tecnología.
Los vertederos ofrecen la facilidad física para la disposición de los RSM sobre los suelos superficiales.
El relleno sanitario es un método de ingeniería que minimiza el impacto ambiental y protege la calidad de las aguas superficiales y subterráneas.
La basura se esparce en capas, que luego son compactadas y preparadas diariamente con la aplicación de material de relleno para reducir los riesgos a la salud, la seguridad ciudadana y al medio ambiente.
El Gobierno debe encarar este problema en estrecha cooperación con las alcaldías.