La basura y el tránsito, dos graves problemas

La basura y el tránsito, dos graves problemas

La acumulación de basura en nuestras ciudades, los vertederos a cielo abierto, mientras padecemos un tránsito caótico, un sistema de transporte público caro y malo, una tasa elevada de accidentes, ocupando uno de los primeros lugares mundiales de muertes, nos retratan como un país atrasado y con un elevado déficit en educación. Frente a estos dos graves problemas las esperanzas están puestas por un lado en el plan “Ciudad Limpia” por otro en la Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial (Ley 63-17).
El manejo de los desechos sólidos es una tarea pendiente en nuestro país, algo que naciones de ingreso similar o menor al nuestro han logrado solucionar, y el resultado se manifiesta en la incapacidad de los ayuntamientos en recoger la basura, lo cual provoca una acumulación de los desechos sólidos en nuestras calles, y si la recogida todavía es un problema no resuelto, peor es la deposición final en vertederos a cielo abierto, verdaderos focos de contaminación.
Ese problema nos retrata como un país sucio, con habitantes carentes de higiene, que lanzan desperdicios desde los automóviles, o la tiran en un solar cercano o en una funda plástica que en muchos casos es destrozada por perros y roedores. Un país que depende en gran medida del turismo, es una de las quejas frecuentes en los cuestionarios de niveles de satisfacción que llenan los visitantes.
Ante la incapacidad de los ayuntamientos el Gobierno Central ha esbozado, simplemente esbozado, el plan “Dominicana Limpia”, consistente en adquirir equipos, intervenir algunos vertederos, asignar mayores recursos a los municipio, 1500 millones adicionales en tres años, así como labor educativa en las escuelas.
Parecería insuficiente, ante el grave problema de la acumulación y el destino final de los desechos sólidos, por lo menos es un comienzo que debe contar con el apoyo de la ciudadanía, porque la limpieza debe comenzar por la casa, por la acera contigua, por el patio y eso guarda relación con el nivel de educación y, más que nada, con la educación hogareña. Hace décadas éramos un país de mayoría pobre y rural, sin embargo las casas con piso de tierra eran limpias y la gente se ocupaba de mantener limpio su entorno, no había acumulación de basura; el crecimiento desordenado, la ausencia de autoridad han convertido un problema sencillo en prácticamente inmanejable. Apostemos al éxito de “Dominicana Limpia”.
Si grave es el problema de la basura, peor es el del tránsito porque en este gravitan los intereses creados de un monopolio del transporte de pasajeros y del transporte de cargas, verdaderas mafias que asesinan contrarios, que impiden la libre competencia y hacen valer sus privilegios en base a la violencia.
Un transporte publico malo y caro, a pesar de las inversiones en el metro y ahora en el teleférico, tapones interminables, a pesar de las inversiones en elevados y túneles, una tasa elevada de accidentes y una mortandad que nos coloca en los primeros lugares mundiales.
El inicio de las soluciones a este gravísimo problema, que consume vidas y millones de horas-hombre en los tapones, aparece con la Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Transito y Seguridad Vial, un nombre muy largo que retrata la problemática y que como ley es un esfuerzo del DiputadoTobías Crespo y de otros héroes anónimos que trabajaron en su elaboración.
Hay muchas expectativas depositadas en esa ley y en la creación del Instituto de Tránsito y Transporte Terrestre (Instrant), donde fue designada como Directora Ejecutiva la eficiente servidora publica Ing. Claudia de los Santos,que tiene ante sí una tarea ciclópea, la de organizar el transito, hacer cumplir la ley, romper con el monopolio del transporte, agilizar el tránsito y reducir la tasa de mortalidad y de accidentes.
Apostemos al éxito de “Dominicana Limpia” y del Instrant; serian un paso extraordinario de avance en el camino a convertirnos en una sociedad organizada.

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