POR LILY LUCIANO
El Parque Nacional de los Haitises es un hermoso rincón del país que debe ser conservado no solo por la belleza natural que posee, sino porque también es fuente de vida humana, vegetal y animal.
En la zona se conjugan la hermosa naturaleza con el predominio de varias especies del reino animal. Mientras que las aguas que nacen literalmente del vientre de las montañas, proveen a varias comunidades de la zona del preciado líquido.
Este no es un lugar donde pueden habitar los humanos, sin embargo en el área hacen vida muchas familias.
Un paraíso llamado Haitises
El Parque Nacional de Los Haitises es uno de los recursos naturales más hermosos del país. Haitises significa tierra alta o tierra de montañas y, éste no es más que un conjunto de colinas o mogotes, cuyas alturas oscilan entre 30 y 40 metros. Sus montañas son capaces de parir aguas limpias y cristalinas que confluyen con el río Comate desde donde nacen seis ríos más: río Yuna, Barracote, Payabo, Los Cocos, Naranjo y Estero Prieto. Estas riveras abastecen del preciado líquido a varias comunidades, ya que desde ahí funciona un acueducto.
A pesar de los procesos de deforestación avanzados que se observan en algunas zonas del entorno del parque, la pluviomentría es muy buena. Según los lugareños llueve varias veces a la semana e incluso pudimos observar, tras una visita, huellas de lluvias recientes. La flora del lugar está supuesta a ser protegida y conservada como tesoro nacional. Está compuesta por una variedad de pequeñas orquídeas silvestres, entre otras especies. La vegetación actual de los Haitises es boscosa en su mayor parte. El terreno y el suelo han permitido el desarrollo de algunas variantes de bosques, por la humedad que emana desde los suelos.
Mientras que, la fauna de los Haitises es de una gran variedad y la de mayor representatividad nacional, con relación a otras áreas naturales protegidas, debido a la diversidad de especies que la componen. Los mamíferos están presentes en diferentes especies de murciélagos como también en la jutía, los únicos animales que logramos apreciar. Sin embargo, uno de los guarda parques nos informó que en la zona predominan el cerdo cimarrón, el venado, la cotorra y otras especies de aves de las cuales solo se escucha el cantar que se confunde con el sonido de las aguas, formando una hermosa melodía que invita a comprometerse con preservar este hermoso lugar como lo que es: una reserva natural.
En la periferia de la zona también habitan humanos, pese a las diferentes campañas impulsadas por las autoridades para que ese tesoro nacional se conserve virgen. Ya hubo un primer desalojo, realizado en los últimos 10 años de los gobiernos del fenecido ex presidente Joaquín Balaguer.
El camino que comunica a los Haitises con la provincia de Monte Plata, aunque no en buen estado, permite apreciar varias casitas de madera, a pesar que el lugar no reúne las condiciones para ser habitado por humanos.
El parque es muy frecuentado por turistas extranjeros y nacionales, quienes realizan turismo interno y aprovechan su visita para recorrer algunos de los límites que bordean la zona, a fin de respirar aire puro y admirar la exultante y verde naturaleza.
Juan Reynoso, uno de los voluntarios guarda parque, quien tiene a su cargo la Zona Uno, que comprende 450 kilómetros de los Haitises, manifestó su preocupación porque se aproxima la temporada en que los campesinos aprovechan para talar árboles, cuya madera utilizan como leña y también para la elaboración de carbón. Además, explicó que utilizan los suelos para la siembra de productos agrícolas. Reynoso dijo que los meses en que se produce mayor tala es de octubre a marzo.
Sobre el parque
El Parque los Haitises fue creado mediante la ley 409 del 3 junio de 1976, pero ya en 1968 la ley 244 creó una reserva forestal llamada Zona vedada de los Haitises. Sus límites y superficies han sido modificados varias veces, actualmente están bien definidos.
Cabe destacar que Los Haitises colindan con Monte Plata, la Bahía de Samaná y Hato Mayor del Rey.
Para llegar al parque, los lugares más empleados son Samaná y Sabana de la Mar.
Visitar los Haitises es una inolvidable aventura que garantiza una vista paradisíaca sin igual ya que, aparte de observar hermosos manglares y rocosas colinas, desde la Bahía de Samaná se puede hacer una visita en bote, consciente de que la idea es mantener virgen la zona. En Los Haitises se puede hacer un turismo ecológico.